miércoles, 24 de agosto de 2011

DE ÓRDENES Y MESNADAS (CAPÍTULO 01)

 LO QUE ACONTECIÓ LA NOCHE ANTERIOR




Muy temprano me levanté, justo al oir el canto de los pájaros, aún sintiendo una alegría inmensa al recordar los hechos de la noche anterior, el volver a ver después de mucho tiempo a mis antiguos compañeros de lucha, así como a los miembros de mi hermandad, cantando, bebiendo, contando historias del pasado, algunas de las cuales son tan antiguas que parecen ser parte de las leyendas.

Llegó el momento más importante de la noche, el motivo por el cuál cité a tantos buenos caballeros, al principio hubo una duda entre algunos de los caballeros más jóvenes: ¿Quién es el Conde de Fuchinga Alta?, ¿Qué ganábamos viajando miles de kilómetros en una guerra que no era nuestra?

Mis palabras, al parecer despejaron muchas de las dudas tanto de los caballeros que me interrogaron, como de la mayoría de los hidalgos.

"En primer lugar quiero agradecer a cada uno de ustedes por haber aceptado (algunos a última hora) la invitación que os envié para reunirnos, sé que como esas dos, tendrán muchas preguntas más, algunas las responderé en este momento, otras, ustedes mismos obtendrán la respuesta en caso decidan acompañarme.

- ¿Que quién es el Señor Conde? 


Muchos habrán oído de boca de los juglares las aventuras y hazañas de un grupo de viajeros en busca del tesoro de la Atlántuna, pues fue el Conde quien comandó dicho grupo.


Además de ser un gran amigo, el Conde es un maestro en todas las artes y eso que, debo confesar, nunca tuve el gusto de luchar al lado suyo, ni fui su escudero, por ende el vínculo que nos une no es vasallaje sino más bien hermandad (y porque no, admiración).


Para responder a la segunda pregunta, fácilmente podría daros un discurso (muy creible por cierto) de lo mucho que ganaríamos, me limito a decir que, materialmente, NO GANAREMOS NADA, no traeremos algún botín y es muy probable que tampoco recibamos tierras allá en la Madre Patria, es más hasta pueda ser que tengamos que sacar de nuestros bolsillos para financiar parte de esta empresa; PERO PELEAREMOS  CON HONOR, DEFENDIENDO LADO A LADO EL HONOR DE UN AMIGO, DEMOSTRANDO EL NUESTRO CON NUESTRO VALOR Y CALIDAD..."

Quise continuar con mi discurso cuando fui interrumpido por algunos de mis hermanos, tomó la palabra Orson quien a su vez dijo: "Hermano Txalaka, si el señor Conde es vuestro amigo, entonces lo considero mi amigo, cuenta conmigo y con mis huestes, gustoso estoy en volver a luchar al lado tuyo y si, como bien afirmas, dicho caballero es tan grande, será un placer luchar al lado suyo también, es más me ofrezco a llevar tanto a mi gente como a los que quieran acompañarnos en el primer grupo que parta."

Me acerqué y abrazé a Orson, nos conocíamos desde que entramos a la Orden juntos como novicios, y si bien en algún momento, nuestros caminos tomaron rumbos diferentes, el destino siempre nos juntaba para pelear juntos como en aquella campaña del norte... (bah, vamos a la historia actual).

Ambos discursos convencieron (a los pocos reacios que habían) y reafirmaron (en la mayoría) las ganas de participar en esta contienda, se escucharon muchas arengas, ruidos del sonar de copas, vítores,  etc. etc.  tratando de mantener la calma, pedí la atención de todos:

"Hermanos, esta aventura que emprenderemos no será fácil, el rival cuenta con un número similar (sino mayor) de guerreros y si bien todos los que moramos en la Villa de la Asunción de Nuestra Señora del Valle Hermoso de Arequipa nos destacamos por nuestro valor y destreza, podríamos necesitar ayuda, es por lo que pediría a ustedes mis hermanos que vayan a los castillos feudales vecinos en busca de más guerreros y provisiones..."

"¡Te has vuelto loco Txalaka! ¡Cómo es posible!, ¡un caballero haciendo el trabajo de un simple mensajero!" - vociferó un joven caballero.

Pienso que mi respuesta fue clara: "Cuando aun no éramos caballeros, hacíamos todo tipo de trabajos en los cuales mostramos nuestra humildad, sin degradarnos,  nunca llegando al servilismo, además mostrando nuestra picardía, lo cuál, a la larga, nos valió para obtener el rango que ahora poseemos".

"Además, si os pido a ustedes mismos que vayan, es para que los feudales vecinos vean la importancia de esta lid, no van simples mensajeros en pos de ayuda, VAN MIS HERMANOS pidiendo lo justo, y estoy seguro que mostrando todo su arte y su verbigracia, dichas empresas desde ya, serán un éxito."

No fue necesario designar a los "caballeros-mensajeros" inmediatamente de los que más apreciaba (y de los que yo personalmente hubiera escogido) se ofrecieron como voluntarios, aunque cabe aclarar, que impedí a los dos primeros voluntarios que vayan como mensajeros, y esto debido a que los señores Trito y Largo, serían de muchísima más utilidad si permanecían aquí, tanto preparando la campaña a ultramar, como la propia en estas tierras (teníamos unos pocos revoltosos que querían destruir nuestra paz), y sobretodo, la formación de los futuros caballeros; es por eso que quedaron a cargo de la infantería y caballería respectivamente.

Mi antiguo escudero (y ahora hermano caballero) Gallo me preguntó: "Maese y usted ¿qué hará ahora?" - respondíle: "En primer lugar debo mandar cartas a los principados del Sur para pedir ayuda a mis aliados sureños, y quién mejor que tú, hijo mío para que seas mi portavoz. Luego pienso realizar un viaje al reino de la Gran Colombia y de allí viajar a luchar al lado de mi amigo, el señor Conde..."

Mi hermano Largo replicó: "Tenemos que preparar tu viaje y tu escolta".

En ese momento, y pidiendo permiso a los presentes, entró mi actual escudero: Nescao, luego de  pedir la palabra y dirigiéndose a mí, prosiguió: "Maese, ya están listas las provisiones, vuestras armas y los dos caballos que pidió, ¿a qué hora partimos?"

Muchos de los presentes se quedaron extrañados, entre ellos Trito, quien dijo: "Hermano Txalaka, no dudo de vuestro valor, pero ¿no crees conveniente que te acompañen algunos caballeros?, ten en cuenta que nosotros aquí también estamos en guerra, y si nuestros enemigos se enteraran que viajas solo ¡no quiero ni pensarlo!, podría darse el caso que nuestros rivales, por medio de sus espías ya lo sepan, y estén esperando que partas para emboscarte."

"Con mayor razón es preciso que de morir, sólo muera un caballero solo, a que mueran muchos." - fue mi respuesta.

"¿Tan seguro estabas de nosotros, en que te acompañaríamos en esta guerra, que ya te preparaste para viajar al norte?" - me interrogó, mientras sonreía mi hermano Largo.

Y es que si alguien me conocía tan bien, ese era Largo, mi hermano en todo el sentido de la palabra, batallas innumerables juntos, muchas vencidas (y no sólo en la guerra jeje) algunas perdidas, pero siempre nuestros blasones blandían juntos, y el solo hecho de verlos hacía temblar a muchos de nuestros enemigos.

"Conozco el valor, la dignidad y sobretodo EL CORAZÓN de ustedes, mi gente, MI FAMILIA" - fue mi última respuesta, a la vez que subía a mi caballo junto a mi fiel escudero.

Cabalgamos parte de la noche, y Nescao me preguntó: "Maese, ¿seguiremos cabalgando?", dándome cuenta que no sólo los caballos, sino también mi escudero (y valgan verdades, también yo) se sentían muy cansados, decidí parar a descansar y dormir un poco (cosa que no logré del todo, puesto que me puse a escribir esta historia).

Me levanté, y mientras veía como Nescao limpiaba mis armas (tanto a mi hermosa Brunilda como a Astarté) para luego asear los caballos y darles de comer, caminé no muy lejos de donde paramos, observando el hermoso paisaje de aquella región, cuando mi escudero me llamó diciendo que los caballos ya estaban listos.

- "¿Seguimos por el camino del norte, Maese?".

Con una sonrisa le respondí: "No, tomaremos el camino del noroeste, nos vamos a la Ciudad de los Reyes, Bob Patinho actualmente reside allí y necesitamos toda la ayuda del mundo..."

Nos dispusimos a cabalgar...





CONTINUARÁ...

domingo, 21 de agosto de 2011

MATEMOS A LOS TUNOS

San Google, nos da muchas sorpresas, hace algunos años atrás, buscando el jueguito "mata-tunos" (que a pesar del nombre es muy entretenido) es que entré a un foro de Otakus (niños y jovencitos que dedican su vida a leer manga y ver anime) ya que uno de sus temas era: Matemos a los tunos!!!,  extrañado me di el trabajo de leer todos los comentarios (la mayoría sin ningún sentido), luego me animé a responderles, y he aquí mi respuesta:



Luego de leer las cuatro páginas anteriores con respecto a sus opiniones respecto a los tunos, no me queda más que mandar mi opinión, citando al mejor escritor de habla hispana.

"Los perros ladran, Sancho, señal que cabalgamos"

Tanto a favor como en contra, se sigue y se seguirá hablando de los tunos, porque por lo menos, estamos presentes. Creo que es de mala educación que se critique cosas que se desconocen por lo que me tomaré algo de tiempo en este, mi primer mensaje.

Como muchos ya habrán deducido, soy tuno y entré a la Tuna ya hace 11 años, en los cuales aprendí muchas cosas que me ayudaron a afrontar los retos que la vida nos muestra, siempre llevando muy en alto el nombre de mi Universidad.

Porque la Tuna es eso: una tradición universitaria, la más importante a mi humilde parecer, la cual tiene sus orígenes desde la creación de las primeras universidades (Studium Generale) por el Rey Alfonso VIII, "El Noble", allá por el siglo XII, en el que se permitía a todos los varones, la educación, en muchos de los casos estos estudiantes, tenían que recorrer grandes distancias (ciudades enteras) para encontrar dichos campus universitarios.


¿Por qué el trajecillo?

A pesar de la evolución del mismo, el actual traje de los tunos es una variante del traje de gala de varón del siglo XVIII, negro debido a que este fue el color de los antiguos estudiantes (probablemente implantado por la Iglesia Católica que era la que gobernaba todo lo concerniente a la educación), se usan las calzas (o si mejor desean llámenles pantis) porque esa era la vestimenta de los varones de la época (es más, en la época del Renacimineto usaban calzas cual pantalones y sólo usaban jubón el cual iba ceñido al cuerpo mediante un cinturón), alternándose en la parte inferior el uso de gregüescos (calzones cortos propios de la región de Madrid y zonas de calor) como el uso de gongorinos o pantalones cortos (usados por la mayoría de tunos españoles y algunos tunos peruanos); en la parte superior se lleva una camisa de color blanco la cual va cubierta por un jubón (casaca) del mismo color que los gongorinos o que los gregüescos, además de calzas de color negro, cinturón y zapatos negros.

La banda en forma de "V" que va entre los hombros de cada tuno, denota su condición de veterano (tuno) frente a la de novato (pardillo), y al no ser este un foro de Tunas, no importa las diferencias entre ambos ni mucho menos explicar el porqué de los colores de las mismas.

Finalmente la capa que es de paño de color negro, cuya única función es cubrir del frío al tuno, llevando esta los escudos de los países, ciudades, villas etc. etc. que visitó con la Tuna así como las cintas (recuerdos de féminas que no necesariamente son enamoradas, pues te la pueden bordar tus amigas, tus hermanas, tus primas, o incluso tu madre).


Por qué el estigma contra los tunos?

Les diré un comentario que normalmente se lo doy a mis novatos y hermanos tunos (porque la Tuna más que una cofradía, es una Hermandad):

"A 100 metros de distancia, un parroquiano cualquiera no diferencia el color de la beca, el escudo de la misma, ni mucho menos si la porta o no la porta..."

Lo que quiere decir que a mucha distancia, cualquier persona que use traje (sea tuno o novato), independientemente de la Tuna, universidad o país a los que represente, y hace el ridículo, hará quedar mala a toda la Tuna en general.

Como en todo lugar, en todo grupo, en toda familia, hay personas buenas, personas regulares y personas malas, es muy probable que la mayoría de los comentarios negativos vertidos fue debido a observar acciones negativas realizadas por estos "tunos", desde ya me disculpo a nombre de toda la Tuna debido al mal rato que les hayan hecho pasar. Pero por lo general los tunos somos buenos y no cometemos las barbaridades de las que nos acusan.

La trilogía del estigma del tuno es: "borracho, mujeriego y flojo", debido a que no me consta cómo se llevará la Tuna en todo el mundo, me limitaré a escribir acerca de lo que conozco:

La cultura etílica juega un rol muy importante y depende mucho de la familia y de la crianza; en la Tuna no se obliga a nadie a hacer algo (mucho menos a libar licor) hay muchos tunos que son abstemios, como los hay de los que tomamos de vez en cuando y también de los que toman más seguido, en todos los casos depende mucho la imagen que cada uno muestre hacia los demás, no sólo el de la Tuna, sino la imagen que cada uno tiene individualmente en su vida cotidiana.

Por lo tanto si sabes que te emborrachas con cuatro cervezas, párala cuando vayas en la tercera, y NUNCA te expongas a quedar mal frente a los demás.

La vida bohemia puede ir ligada al licor, a la mala noche, vuelvo a decir, que eso depende mucho de cada persona, puede que uno tenga más oportunidades para llevar este estilo de vida que otro, pero aquí actúa el criterio que cada uno poseemos, en hacer lo adecuado.

Con respecto a lo de "mujeriegos", creo que hay un límite muy angosto entre ser mujeriego y ser galante, en la Tuna nos preciamos en enseñar lo segundo, la Tuna está hecha por y para la mujer y a ella se debe, no tratamos de "ligar" con la primera que se aparezca cual concurso de televisión, el hecho de tocar un instrumento, hace que conozcamos mucha gente, formándose vínculos amicales muy fuertes entre chicas y tunos, y porqué no, relaciones duraderas.

Un mujeriego por el contrario, es el fanfarrón que inventa historias de mujeres, agrandando las cosas, mintiendo en la mayoría de oportunidades y debido a falta de cariño o a un inentendible complejo de inferioridad o misoginia, es que se cree mucho más, si es que puede enamorar con más de una dama, cuestión de valores, como en el caso anterior, que no está ligada a la condición de tuno (el que escribe está de novio, desde hace pocos meses con planes de matrimonio para el 2009).

Las actividades universitarias, depende de cada Tuna, yo recuerdo muy bien en mi etapa de novato, que alguna vez fui suspendido temporalmente de la Tuna debido a que desaprobé un parcial, teniendo como opción para regresar a la Tuna, aprobar dicho curso (cosa que mínimo, solamente hablando de tiempo, me costaría dos meses), sabemos que la persona que ingresa a la Tuna, primero ingresó a la universidad para ser un profesional, para nosotros la Tuna está conformada por la elite de la universidad, aquellos estudiantes varones que además de llevar muy bien la universidad, puedan "correr la Tuna".

Si nos ponemos a analizar, el hecho de ser bohemio, borracho, mujeriego y/o flojo no es inherente a los tunos, sino más bien a aquel individuo que lo desee (estoy muy seguro que en cada grupo existe alguien con esas características).

Respondiéndole a la señorita que afirma que los tunos hablan como españoles y no tienen identidad, le puedo afirmar que no hay cosa más falsa; al representar a nuestra universidad, a nuestra ciudad (y en muchos casos a nuestro país) es que conocemos, cantamos y tocamos folklore AREQUIPEÑO (en primer lugar), y del resto de nuestro país.

De la misma manera como podemos tocar una pampeña arequipeña, un yaraví, un bolero, un vals o un tondero, tocamos pasodobles, chotis, isas, sevillanas, bulerías (españolas); pasillos, cumbias y vallenatos (propios de Ecuador y Colombia respectivamente), joropo venezolano, galopa paraguaya, zamba argentina, cueca chilena, pagode brasileiro (muchos me reconocen por mi gusto por los instrumentos exóticos, aunado al año que pasé en Brasil realizando una pasantía), así como una morenada o  una saya boliviana. Son en los encuentros de Tunas, además de nuestros viajes, en los cuales aprendemos, no sólo canciones nuevas, también aprendemos culturas nuevas.

Si yo sería tan incisivo con usted señorita misato_mebarak, le podría reclamar porqué escribe en un foro de Otakus (perteneciente a la cultura japonesa), usted me responderá vuestras razones, yo expondré las mías y este sería un tema de nunca acabar.

Uno de los puntos a favor suyos podría ser que yo no tengo idea del resto de actividades que usted realiza y que no la debería de juzgar por lo que postea en un foro público, le ruego a usted, como al resto de foristas, que actúen de la misma forma y todos seamos medidos con la misma vara.

La Tuna, como ya lo escribí anteriormente, es una hermandad en la cual podemos contar con nuevos hermanos en un sin fin de profesiones, pues los hay ingenieros, abogados, médicos (como el que escribe), contadores, estomatólogos, administradores de empresas, veterinarios, profesores, etc. etc (la Tuna siempre está ligada a la universidad, por lo que no puede existir Tuna, si esta no representa a una facultad o a una universidad).

¿Se dan cuenta que no escribí músicos? eso es debido a que nadie entra a la Tuna para ser músico (así haya muchos que debido a sus grandes habilidades decidan estudiar música a la vez de su profesión), pues somos un grupo de aficionados los cuales nos divertimos sanamente cantándole a la mujer.

Si la señorita Nate_River tuvo una mala experiencia con la Tuna, la insto a que nos conozca más a fondo, se llevará una sorpresa, si lo desea mándeme un privado para darle algún teléfono de los chicos de mi Tuna (no puedo otorgarle el mío debido a que hace pocos meses dejé, tanto nuestra linda Arequipa, como el Perú) y quien sabe, tal vez se vuelva "fan de la Tuna".

TXALAKA
TM - UCSM

(Enviado el 01 de Octubre del 2008 al foro de Otakus de Arequipa)




Igual que estos jovenzuelos, hay mucha gente en el mundo que no ve con buenos ojos a la Tuna (gracias a Dios y a la Virgen no son muchos), por ende, tanto a los tunos como a los novatos, nos compete el comportarnos a la altura y no manchar la imagen de la Tuna (pues eso sería limitar la existencia de la misma), es algo para que reflexionemos todos...

sábado, 20 de agosto de 2011

SERENATA A LA SANTÍSIMA VIRGEN DE CHAPI


La Santísima Virgen de Chapi, patrona de la ciudad y que cuenta con muchísimos devotos en todo el mundo, celebra cada primero de Mayo su fiesta, y por ende, la Tuna no podría estar ausente a dicha festividad.


Y es que, si la memoria no me falla, allá por el año 2001 cuando se estaba refaccionando el templo, "la mamita de Chapi" estaba en la Catedral de Arequipa, la Tuna de Medicina, aún Tuna Novata, le cantó a la Virgen (para lo cual nos aprendimos "Virgen de amor").

Pasaron los años y nos trasladamos al año 2008, Diciembre del 2008 para ser más específicos, me encontraba en la bella Sevilla (España) presenciando lo que sería "mi primer Inmaculada" (N.E: la Virgen de la Inmaculada Concepción es la patrona de la ciudad de Sevilla), ver tocar, en orden de antigüedad a todas las Tunas sevillanas, ante el monumento a la Virgen, me causó una grata sensación.

De vuelta en Perú, a fines de Febrero del 2009, es que compartiendo con algunos hermanos tunos arequipeños, les conté mis vivencias en "mi primer Inmaculada", diciéndoles con una sana envidia (así muchos digan que la envidia nunca es sana) que si Sevilla celebraba un "encuentro de Tunas" para su patrona, ¿por qué no hacer lo mismo en Arequipa?

La idea pegó en los presentes y a punta de arduos ensayos es que el 30 de abril del 2009 pudimos tocar para la Virgen en su verbena.







Lamentablemente, por causas de fuerza mayor, no se pudo tocar en el año 2010, mucha gente (público) pensó que la serenata del 2009, había sido un evento aislado, con el favor de la Virgen de Chapi, el siguiente año (2011) se volvió con mucha fuerza, con más ganas y con muchísima más devoción.

Se acordó fundar la Cofradía de tunos de Arequipa de la Santísima Virgen de Chapi, en donde con devoción juramos ante Nuestra Madre, hacer hasta lo imposible para no volver a dejarla sin serenata.

Ya con nuevo local de ensayo (pasando por la casa de Txalaka y Careca) es que finalmente la mayor cantidad de ensayos fueron en casa de Gato, donde decidimos mejorar nuestro repertorio para la Virgencita.

Y es que al conocidísimo Himno a la Virgen de Chapi, y a Virgen de amor (nuevos arreglos de Careca) decidimos dar un poquito más, Tico compuso un hermoso pasodoble para la Virgen (la Tuna devota), Winnie Pooh sugirió un huaynito de Los Errantes de Chuquibamba (Virgencita de Chapi), el que escribe, ya tenía una propuesta meses antes y por fin pudo plasmarla, las Tunas tocarían: Ave María no morro...










Dicen que una imagen vale más que mil palabras (no las cuento, pero hasta ahora ya hay 423 palabras y contanto...) por lo que un vídeo (sucesión de imágenes con audio) deberá ser un número astronómico (¿y si son 6 vídeos? jejeje...)

01. A tus pies Señora



02. Virgen de amor


03. La Tuna devota


04. Ave María no morro

05. Palabras de agradecimiento (Txalaka)


06. Virgencita de Chapi

jueves, 18 de agosto de 2011

MI RELACIÓN CON LA TUNA EN CUATRO TIEMPOS

La Tuna está hecha por y para la mujer, por lo menos es lo que pregonamos en una presentación, una ronda, un embarque, un certamen y hasta en un parche.

De entre todas las mujeres, supongo que la opinión de nuestras madres será siempre muy especial, es por lo cual quiero compartir lo siguiente:


MI RELACIÓN CON LA TUNA EN CUATRO TIEMPOS



1. El coscorrón y el flechazo

Mi primer contacto con la tuna, allá en los años mozos, fue más bien agridulce.

Agri: por el golpe que me di.

Dulce: porque aquello me gustó muchísimo.

Paso a contaros.

Era verano. La Tuna venía a rondar a mi hermana y sus amigas. Nadie me había dado vela en ese entierro porque yo solo tenía trece años, y estaba dormida. No tan dormida. De pronto, me despertaron alegres músicas y canciones rompiendo la noche. ¡Claro! Me levanté como un cohete en aquella casa antigua con camas antiguas que, en vez de tener cuatro esquinitas tiene mi cama – cuatro angelitos me la guardan, tenían cuatro columnas en las cuatro esquinitas.

Desorientada y a oscuras, me estampané contra una columna y todas las estrellas del universo mundo se colaron en mi cuarto. Cuando por fin conseguí llegar al balcón, el espectáculo me fascinó tanto que me enamoré de todos los tunos; evidentemente fue un amor no correspondido pues yo era una adolescente desmañada y, encima, con un gran chichón en la frente.


2. El tiempo didáctico

"Vallisoletana, sal a tu balcón, sal a tu balcón
que te estoy rondando"

Había dejado atrás la adolescencia y había llegado el tiempo del coqueteo y la ronda. Ahora me rondaban a mí y esto era tremendamente importante.

Más tarde, me fui a Francia para dar clases de español en un colegio. Yo tenía el convencimiento de que La Tuna era algo tan nuestro como los toros y las sevillanas por lo que preparé unas lecciones sobre el tema, intercalando audiciones con los discos que me había llevado de España ¡Amigo! Destroné a la Piaf, a Aznavour, a Gilbert Becaud…. Por los patios de aquel brumoso Institut de Saint Dominique solo se oía:

"Triste y sola, sola se queda Fonseca
Clavelitos, clavelitos, clavelitos de mi corazón"
Etc, etc, etc.


Aquello gustaba a mis alumnas mucho más que D. Quijote o las rimas de Bécquer. Me volví tan popular que me llovieron las clases particulares; así, no tenía ni un minuto libre, pero con los francos que gané me fui a Italia de vacaciones.

Puede muy bien decirse que me “parcheé” un viaje y que aquellas gloriosas vacaciones se las debo a La Tuna.


3. El período de producción

A simple vista parece que este tiempo no tiene nada que ver con La Tuna. Pero sí, ya lo veréis.

Me había casado con un cantante; no era un cantante de profesión, aunque sí de devoción, y cantaba muy bien.

Empezaron a nacer alternativamente niños y niñas mientras nos hacíamos con amigos también alegres y también cantantes; cuando no discutíamos sobre lo divino y lo humano, cantábamos hasta la salida del sol.

En casa, en el coche, en las excursiones, sonaban continuamente los Panchos, los Chalchaleros, Mercedes Sosa, Jarcha, Gauchos 4, María Dolores Pradera, Cafrune, los de Palacagüina…. Y muchos más.

Los niños son como esponjas absorbiendo todo lo que les rodea, y así fue como aquellos niños absorbieron la música y la alegría de vivir. Fueron creciendo cada año un poquito hasta que un día me di cuenta de que había parido a cuatro tunos: Patán, Yogurín, Piojoso y Último ¡Quién me lo iba a decir a mí aquel día en que vi las estrellas!


4. La tormenta y el arco iris

Patán, con esa pasión que pone en todo lo que le gusta hacer, se entregó tanto a La Tuna que consiguió abrir en casa la caja de los truenos:

- ¿Y los libros?
- ¿Y los exámenes?
- ¿Qué horas son estas de llegar?
- ¿Qué va a ser de ti el día de mañana?

Era el mayor. Era el rebelde. Necesitaba romper el cordón umbilical.

Mi larga y amorosa relación con esa peculiar agrupación estudiantil llamada Tuna estuvo a punto de hacerse añicos. Creo que hasta la odié.

Había tormenta.

Pero no creáis que a Yogurín, Piojoso y Último les asustaron los truenos. Sabedores ellos de que después de la lluvia suele salir el sol, se fueron apuntando a La Tuna con aparente timidez y mucha mano izquierda: el traje se lo compraban con sus ahorros, los escudos se los cosían ellos mismos, salían de puntillas sin hacer mucho ruido….

Mientras tanto, su padre y yo cuchicheábamos en secreto:

- Pues son buenos chicos.
- Parece que algo estudian.
- Al fin y al cabo, los tunos tienen su código de conducta.
- Al fin y al cabo, mientras tocan la guitarra no hacen otras cosas.
- Y sobre todo ¡Qué gusto da oírles cantar!

Estaba saliendo el sol. Cuando yo les veía marchar por el pasillo de casa con sus capas al viento y sus cintas multicolores como un arco iris en desorden, sentía muy dentro un puntito de orgullo, y me daban ganas de gritar:

¡Aúpa Tuna!

Dalila – Pancho – Koldo – Gominolo – Pernales – Patata – Mortadelo – Ojete – Castrovita – Tácito – Basurillas – Lekio - Comadreja – y todos los tunos que resulta imposible enumerar; estas apresuradas líneas no van solo dedicadas a mis hijos, sino a todos vosotros. Insisto:

¡Aúpa Tuna!


Belén Sáez Vera
Valladolid, 16 de enero de 2002.
(Información sacada de la página web: http://www.tunaderecho.com/)

LA PERSEVERANCIA DE UN PARDILLO

Normalmente, prefiero usar la palabra novato antes que pardillo, sin embargo al leer este pequeño relato, en primer lugar me conmoví, y en segundo lugar porque le pedí al novato que lo escribió en un group (hasta ahora no sé si fue de su inspiración o es su propia historia) que me diera permiso para compartirlo en este blog, por ende consideré que debe mantenerse lo más parecido al original (tal vez una que otra falta ortográfica no más), por ende aquí va:


Un muchacho vivía solo con su padre, ambos tenían una relación extraordinaria y muy especial. El joven pertenecía a la Tuna universitaria, usualmente no tenía la oportunidad de tocar algun instrumento, bueno casi nunca, sin embargo su padre permanecía siempre en la gradas haciéndole compañía en sus presentaciones.

El joven era el más bajo de la clase cuando comenzó la universidad e insistía en participar en la Tuna universitaria, su padre siempre le daba orientación y le explicaba claramente que "él no tenía que tocar bien un instrumento si no lo deseaba en realidad"... Pero el joven amaba la Tuna, no faltaba a ningún ensayo ni a una presentación, estaba decidido en dar lo mejor de si se sentía felizmente comprometido!!!!

Durante su vida en la Tuna universitaria, lo recordaron como el "palo blanco", debido a que siempre permanecía parado sosteniendo la bandera de la Tuna... Su padre con su espíritu de luchador, siempre estaba en las gradas, dándole compañía, palabras de aliento y ¡el mejor apoyo que hijo alguno podría esperar!

Cuando comenzó la Universidad, intento entrar a la Tuna universitaria , todos estaban seguros que no lo lograría por que no sabía tocar instrumentos musicales , no cantaba y no tenía compás en las melodías, pero a todos venció, entrando a la Tuna y lo iniciaron como pardillo. 
 
Un tuno que era su mentor le dio la noticia, admitiendo que lo había aceptado además por como el demostraba entregar su corazón y su alma en cada uno de los ensayos, rondas, parches y al mismo tiempo le daba a los demás miembros de la Tuna el entusiasmo perfecto. 
 
La noticia lleno por completo su corazón, corrió al teléfono mas cercano y llamó a su padre, quien compartió con el la emoción. Le enviaba en todas las temporadas todas las entradas para que asistiera a sus presentaciones. El joven era un pardillo persistente, nunca falto a una presentación, parche, ronda, encuentros, se quedaba despues del ensayo para aprender a tocar y bailar el pandero, capa. como también se esforzaba por aprender tocar el guitarrón pero nunca tuvo la oportunidad de poder tocar algún instrumento en las presentaciones, tan solo sostener la bandera de su Tuna.

LLego la fecha de realizarse un gran certamen de Tunas y justo unos minutos antes que comenzara el ultimo ensayo para dicho certamen, el tuno, su mentor, le entregó un telegrama. 
 
El pardillo lo tomó y luego de leerlo quedo en el silencio... tragó muy fuerte y temblando le dijo a su tuno: "Mi padre murió esta mañana, no hay problema de que falte al ensayo hoy?". El tuno lo abrazó y le dijo "Toma el resto de la semana libre, hijo. Y no se te ocurra venir el sábado".

Llego el sábado, el certamen ya había comenzado y no estaba muy bien su Tuna, por que pasaron la fase previa con algunas dificultades, ya que el pardillo que baila pandero y capa se fracturó el brazo y el que tocaba el guitarrón se enfermó, el joven entró al vestuario y calladamente se colocó el traje y corrió hacia donde estaba su Tuna, quienes estaban impresionados de ver a su pardillo de regreso.

"Tuno por favor, permítame tocar el guitarrón, y en otras canciones el pandero. Yo tengo que tocar hoy" imploró el pardillo. El tuno pretendió no escucharle, de ninguna manera él podía permitir que su peor pardillo entrara en el cierre de las eliminatorias del certamen. Pero el pardillo insistió tanto, que finalmente el tuno sintiendo lástima lo aceptó: "Ok hijo, puedes entrar, el escenario es todo tuyo".

Minutos después el tuno, su Tuna entera y el público, no podían creer lo que estaban viendo. El pardillo desconocido, que nunca había tocado un instrumento, cogió el guitarrón y se puso a tocar como todo un veterano, estaba haciendo todo perfectamente brillante en el tema instrumental, nadie podía detenerlo en el escenario. 
 
Su Tuna comenzó a ganar, hasta que pasaron las preliminares. En los segundos de cierre del certamen en la última presentación, el pardillo cogió el pandero y bailó con muchas piruetas impresionates por todo el escenario al punto que llegó a hacer un salto mortal y de ahí ,pidiendo permiso a su tuno, cogió su capa con mucha alegría y se puso a bailar con mucha habilidad. La gente que estaba en las gradas gritaban emocionadas, y su Tuna al final del certamen, ganó el premio al mejor baile de pandero, mejor baile de capa y mejor instrumental.

Finalmente cuando todo terminó, el tuno notó que el pardillo estaba sentado calladamente y solo en una esquina, se acercó y le dijo: "pardillo no puedo creerlo, ¡estuviste fantástico! "Dime, ¿cómo lo lograste?" El pardillo miró al tuno y le dijo: "Usted sabe que mi padre murió, pero... ¿sabía que mi padre era ciego?" El pardillo hizo una pausa y trato de sonreír... "Mi padre asistió a todos mis presentaciones, pero hoy era la primera vez que él podía verme bailar pandero y capa, así como también tocar el guitarrón, y yo quise mostrarle que sí podía hacerlo."


*Esta historia va dedicada con mucho afecto para todos mis hermanos pardillos de todas las Tunas universitarias , den todo por su Tuna y siempre con humildad.



(Atentamente: pardillo CHANCALATA de la Tuna Novata de la César Vallejo de Lima)

El pardillo Chancalata, dejó de serlo y ahora es el tuno Chancalata dr la Tuna de la Universidad Nacional del Callao.

TUNAS QUE NO USAN BECAS

Sabemos que la beca, simbolo o distintivo que denota la culminación de un proceso de aprendizaje (llamado novataje en la Tuna), es una prenda que no falta en el atuendo del tuno actual, y como tal desde hace algún tiempo vengo escuchando esta pregunta: ¿Existen Tunas que no usen becas?

La respuesta es sí, y por lo menos existen dos Tunas españolas que hasta el día de hoy no las portan, las cuales son la Tuna Compostelana (1876, aproximadamente), no obstante, lleva cocida en el jubón la Cruz de Santiago.





La Tuna Compostelana es considerada la decana de todas las Tunas, hasta el día de hoy sus miembros continúan con su galantería, pues como citan en su página web:

 "A moi noble e trovadora Tuna da Cruz no Peito caracterizase por ser triste, aburrida, abstemia, por non fumar nin sair con mulleres malas ¡habéndolas tan boas!"

(http://www.usc.es/tuna/historiag.html) 






La otra Tuna española que no porta beca sería la Tuna de Distrito de Granada, cuyos miembros llevan con orgullo el escudo de su universidad bordado en el pecho:

 
TUNA DE DISTRITO DE GRANADA
 

En el año 2008, la Tuna del Distrito Universitario de Granada cumplió su 60mo aniversario de "refundación" (tiempo de funcionamiento ininterrumpido) siendo por tal motivo, la Tuna decana de Andalucía. 


Antiguamente, y cuando no se portaban aún las becas, la Tuna de Distrito de Granada, portaba en el pecho el escudo del SEU (sindicato estudiantil universitario) que era la dependencia del régimen que controlaba las actividades de todas las universidades. 


Andando el tiempo la Tuna de Distrito de Granada ha adoptado del cisne original (como se puede ver en el escudo, digamos, de la Complutense de Madrid) al escudo de Carlos V (fundador de la Universidad de Granada), del cual un diseño antiguo se ha perpetuado como distintivo único de la Tuna Del Distrito Universitario de Granada. 


El escudo, familiarmente llamado "el pollo", es un diseño ÚNICO dedicado por la universidad a la Tuna, que depende directamente del rectorado de Granada.

A cada miembro de la Tuna del Distrito Universitario de Granada le impone el escudo la Tuna y lo ratifica el mismísimo rector excelentísimo en el día de San Pascual, que es el día del rectorado de Granada, donde también se le dan los premios obtenidos por la Tuna durante el año. En una ceremonia el rector bautiza con vino y ante la bandera de la Tuna al nuevo veterano y le obsequia con un llavero de plata con el emblema de la Universidad de Granada.


(Información dada por Maese Mono de la Tuna del Distrito Universitario de Granada) 








TUNAS PORTUGUESAS



Caso aparte serían las Tunas portuguesas, su tradición estudiantil es completamente distinta a la española, puesto que hasta el día de hoy, los estudiantes portugueses (en su totalidad, pertenezcan o no a una Tuna) usan dicho "uniforme" (o si prefieren traje del estudiante universitario portugués).

Con respecto al traje del estudiante universitario portugués, este se compone principalmente de la capa y de la batina, como dice en la canción vida de estudante (de la cual extraeremos el estribillo): 


"Viajar sempre a cantar!
A viver a nossa tuna
Antes do curso acabar
Antes de ir fazer fortuna
Todos juntos, harmonia!
Nenhum de nós desafina
Há que manter a alegria
Sempre de capa e batina..."


Viajar siempre cantando
viviendo en nuestra Tuna
antes que terminemos la carrera
antes de irnos para hacer fortuna
todos juntos en harmonía
ninguno de nosotros desafina
mantengamos la alegría
siempre vistiendo la capa y la batina



(canción propia de la Tuna U. do Instituto Superior Técnico Lisboa)






¿Qué es la batina?

La batina es el sacón largo a manera de abrigo ligero de color oscuro que llevan los estudiantes portugueses (aunque en su definición exacta se refería al manteo largo que llevan algunos sacerdotes)


 
 
  • (Izq.) Traje de estudiante portugués donde se observa la batina con la capa
  • (Der.) Batina de sacerdote.

En las siguientes imágenes podremos observar algunas Tunas portuguesas portando el traje típico de los estudiantes portugueses. 

Tuna da Universidade Autónoma de Lisboa Luís Vaz de Camões (Camoniana) 


 Tuna Académica da Universidade Lusíada do Porto


Entonces... al no llevar el traje del estudiante portugués beca, ¿cómo diferenciamos a los tunos (veteranos) de los caloiros (novatos)?

Pues deberemos de ser muy observadores, ya que los tunos (veteranos) que usan el traje típico de estudiante portugués (llámese capa y batina) tienen dos formas de llevar su capa:

- Llevan la capa doblada sobre el hombro izquierdo. 




- Llevan la capa cubriéndoles la espalda, con la salvedad que cuando la cruzan, esta debe de tener uno o varios dobleces en la parte superior de la misma, uno por cada año que dicho estudiante está en la universidad. 



Por otro lado, los caloiros (novatos) durante el primer año de universidad (independientemente de si son parte o no de la Tuna) llevan la capa doblada sobre el brazo izquierdo (como si fueran camareros) :




Y si son iguales los trajes tanto para estudiantes "comunes y corrientes" como para los miembros de la Tuna, ¿cómo los diferenciamos?

Se distinguen los miembros de una Tuna con los estudiantes que no lo son (pero que también portan dicho traje) porque los miembros de la Tuna, llevan escudos bordados en sus capas o un escudo bastante grande en la misma.


Sin embargo, también existen varias Tunas portuguesas que usan el grillo español:



Tuna da cidade Figueira da Foz (Neptuna)

 Tuna universitaria de Beja

(Los que usan media beca roja, ya que los de beca morada son Tunamérica de Puerto Rico; y usan media beca debido a que no desean que los confundan con españoles al ver su atuendo). 


Finalmente (para complicarlo un poquito más, jejeje) hay Tunas portuguesas que usan una "mezcla" entre el traje de estudiante portugués y el grillo español: 

Tuna Universitária de Madeira

En este caso, también se diferenciarían los veteranos de los caloiros por el color de las medias que llevan , guinda para los veteranos (que si nos damos cuenta llevan a un lado sus capas) y blanco para los caloiros (los que además de estar de rodillas, no llevan la capa).


LA EVOLUCIÓN DEL TRAJE ESCOLAR

La primera vez que leí este tema, fue muy interesante y reconfortante saber más acerca del traje estudiantil, con los años, se han hechos nuevos descubrimientos (fidedignos) del tema, sobretodo en la Madre Patria, sin embargo para complementar el otro post de las capas cortas y los gorros, quiero transcribir este:


LA EVOLUCIÓN DEL TRAJE ESCOLAR
A LO LARGO DE LA HISTORIA

(Desde el inicio de las universidades hasta 1835, año en que se decretó su desaparición)
  
A modo de introducción, digamos que existe un general desconocimiento dentro del colectivo estudiantil (tunas y estudiantinas) sobre la procedencia de las vestimentas que tan orgullosamente portamos.


¿Cuál es el origen del traje de tuno?, ¿De qué siglo data?, ¿Qué prendas –si es que las hay– se han conservado fielmente con el paso del tiempo?, ¿Vestían así los estudiantes de las viejas universidades españolas o todo es producto del márketing, cuando no existía aún ese concepto, de un grupo musical que en un momento determinado supo vender una imagen y sin habérselo planteado acabó creando escuela?. Hoy haremos un breve recorrido por la historia del traje escolar desde el inicio de la universidades hasta el decreto de su desaparición en 1835, y lo iremos acompañando con imágenes para hacerlo más comprensible.
La primera pregunta que surge es, ¿por qué diferenciar a los estudiantes del resto de la población?, ¿qué necesidad había de un traje escolar?. Y la respuesta es muy sencilla. En una sociedad poco instruida como la del medioevo el recurso de identificar ciertas galas exteriores con una concreta corporación era frecuente pues facilitaba grandemente, sin necesidad de indagación alguna, el reconocimiento como perteneciente a dicho grupo por parte de las personas ajenas al mismo. 
No existía un modelo típico de atuendo estudiantil (salvo en el caso de los colegiales en el que las Constituciones regulan la forma en el vestir de los alumnos), sino más exactamente prohibiciones expresas acerca de materiales, telas, colores y ornatos que no debían formar parte del mismo, al no ser acordes con la austeridad monacal que desde sus comienzos presidía los Estudios.
Un ejemplo de estas prohibiciones lo tenemos en los Estatutos de la Universidad de Orihuela. En ellos se dedica un escueto capítulo a la presencia de los estudiantes en la universidad, pero con un título harto significativo: "Prohibiciones a estudiantes".
En él se contenían toda una serie de tópicos repetidos en otras universidades y que iban encaminados a erradicar una serie de males comunes en la masa estudiantil durante los siglos XVII y XVIII. Entre estos tópicos, junto a la prohibición de portar armas, de provocar peleas, de participar en juegos de azar o la prohibición de asistir a representación de comedias en horas y días de clase, figuraba la de "prohibición de vestir prendas de color".
El origen eclesiástico de las primeras escuelas influyó en el uso de una serie de prendas semejantes a las de los religiosos. Estas ropas eran la loba, el manteo y el bonete. Rezaba una copla popular:
El tuno es igual que el cura
        en lo negro del color,
        mas ante hermosas mujeres,
          no, no ¡y no!.

Su uso era obligatorio, pues, cuando el estudiante nuevo llegaba a la Universidad era examinado sobre sus vestimentas, antes de matricularse por el cancelario, quien mostraba su conformidad extendiendo un boleto que decía “Va arreglado en el traje”. Una vez admitido el escolar se cuidaba de no lavarlo, pues “El desaseo y deterioro de este traje era una de las galas del estudiante veterano.”


Vemos en primer lugar las puertas de estanterías de manuscritos e incunables de la Universidad de Salamanca, pintadas por Martín de Cervera en 1614.

  Nos fijamos en este detalle (puerta izquierda). Es una escena de clase.
 
La pintura representa el ambiente de una clase del antiguo Estudio salmantino y la diversa indumentaria de los estudiantes, seglares en su mayoría a pesar de sus apariencias. Diversidad en la indumentaria estudiantil que se aprecia en los distintos colores de las lobas. Vemos negras, pardas. Diversos tipos de tocados, chambergos, bonetes, y distintos colores de hábitos según la orden religiosa del alumno.

En la Universidad de Valladolid, los Estatutos del siglo XVI, bajo un epígrafe denominado «de la honestidad de los estudiantes» (art. 30), indicaban cuáles debían ser las vestiduras propias para sus escolares: «...que los estudiantes desta Universidad, anden honestos en su vestir y traje. Y que ninguno pueda traer ropa de seda, o cosa guarnecida con ella, ni gorra, ni capa, ni sombrero de seda, ni lana. Sino loba o manteo, y bonete castellano. Ni trayga sombrero grande sobre el bonete por las escuelas, ni entre en los Generales con ellos. Ni trayga muslos de seda, ni acuchillados, ni camisas labradas con oro o seda»  

El artículo de los Estatutos era, como hemos visto, una llamada a la austeridad pero sin embargo no olvidaba la existencia de universitarios llamados pobres. Para estos decía «...permitimos que los estudiantes muy pobres y los que sirvieren, con licencia del Rector puedan traer caperuça o gorra o capa, y no de otra manera».
  
El traje, así descrito por los Estatutos, se denominaba de manera genérica hábito. 

Examinemos ahora cada una de sus partes. 

La loba consistía en un alzacuellos que se ceñía en la zona del pescuezo y después se ensanchaba hasta los hombros, para caer desde estos hasta los pies. Esta pieza tenía una abertura delante y la parte superior, y dos en los laterales que les permitían sacar los brazos. Estaba confeccionada de  paño y de amplio vuelo, aunque luego se recogió hasta la pantorrilla. 

  • (Izq.) Talla en madera conservada en el Rectorado de la Universidad de Salamanca. Representa a un estudiante colegial.  Porta una loba larga hasta los pies, y se puede observar con mucha claridad los amplios cortes laterales para sacar los brazos. La vestimenta es tremendamente austera, como mandaban los cánones, y si no fuera por la beca podríamos pensar que se trata de un miembro de alguna comunidad religiosa.
  •  (Der.) Representación de un estudiante en una cerámica valenciana del siglo XVIII. Observamos que el acortamiento de la loba es evidente


Antiguamente la loba se completaba con el capirote, que se unía a ella para resguardar cuello y testuz de las inclemencias meteorológicas; esta prenda fue reservándose paulatinamente para los maestros y reduciéndose hasta degenerar en la actual muceta que usan los doctores en los actos universitarios solemnes.


  1. Doctor en Derecho, pintado por Zurbarán, y que representa fielmente la vestidura académica española del siglo XVII. 
  2. Viste loba, predecesora de la actual toga, de corte talar y las grandes aberturas laterales.
  3.  Observamos ahora el capirote. Si bien esta fue una prenda que nació con un uso funcional determinado, con el tiempo pasó al terreno de los símbolos del mundo académico y se convirtió en una distinción de la misión de enseñar. Su parecido con la actual muceta ya es evidente.
  4.  El bonete, cubierto por una gran borla, y que con el paso del tiempo se convertirá en el birrete que aún se emplea en los actos académicos solemnes.    

Un detalle interesante es que bonete y capirote son de diferente color. Esto en un principio fue así; pero en 1859 se decreta que ambos deberán ser del color del capirote, que a su vez será del color de los estudios que representa. El color negro se reserva para uso exclusivo del Rector.



Los estudiantes se tocaban con el bonete.  Éste era un gorro que, como el resto de sus vestiduras, no les era privativo, sino que se identificaba también con el de los eclesiásticos aunque su forma no fuese idéntica. Los graduados y colegiales, y por extensión todos los escolares, tendían a llevar bonete de cuatro picos en las cuatro esquinas, que en vez de subir como en el de los clérigos salían hacia afuera. El adorno para cubrir su cabeza se hizo una seña de identidad de este cuerpo, hasta el extremo de que el refranero lo utilizaba como sinónimo de letras y de hombres letrados. Así, por ejemplo, se decía: «bonete y almete hacen casas de copete», para apostar por las letras y las armas como las dos vías de promoción social de la Edad Moderna.

  En este fragmento de las puertas de Martín de Cervera, pueden apreciarse con toda claridad los bonetes con sus punta apuntando hacia fuera.
Covarrubias nos define el bonete como “cierta cobertura de cabeza [...] de cuatro esquinas que encima forma cruz”. Sobre él ponían los doctores la borla, conjunto de hebras rematadas en un botón, como insignia de su grado académico. La borla era del color que la simbología asignaba a cada rama de la ciencia (colores que hoy, además, se emplean en las becas, prenda de la cual hablaremos posteriormente); así, amarillo para medicina, rojo para derecho, blanco para teología, etc.  
 Ilustración que sirvió de cabecera a un entremés de Miguel de Cervantes, "La elección de los Alcaldes de Daganzo", y donde podemos apreciar el manteo de un estudiante luciendo un bonete.
 
La prenda de abrigo por excelencia era el manteo. De esta palabra derivó el apelativo manteísta, con el que se conocía a la generalidad de los estudiantes para diferenciarlos de los que tenían beca en los colegios. Consistía en una capa de tela gruesa, "de paño veintidoseno de Segovia", aseguraba Vicente Martínez Espinel en su Vida del Escudero Marcos Obregón, que llegaba hasta el cuello y que carecía de esclavina, por lo que se anudaba gracias a dos cordones que colgaban de un cintillo que fileteaba su extremo y en el que los escolares prendían las cintas de los corpiños de sus amantes. Ya en La Razón de Amor, poema de principios del siglo XIII, un escolar recibe una cinta de su amada en prenda de amor:
"Ela conocio mi cinta man a mano – qu´ela ficiera con la su mano".
Este puede ser el precedente más antiguo del que se tiene conocimiento de la costumbre estudiantil de prender en las capas las cintas de los amores o seres queridos.
El manteo se remataba con una franja de paño picado con la que solía adornarse su parte inferior, y que recibía por nombre "tirana". Por tirana se entiende también un tipo de canción popular española, lo que puede hacer pensar en su origen estudiantil.
 
Precioso dibujo de  Méndez  Bringa (1916) mostrándonos a un estudiante seguramente haciendo el camino de vuelta a casa en época vacacional, con su loba, manteo, bicornio y su guitarra para ganarse el sustento.
  Diversas representaciones de estudiantes procedentes de romances en pliego de cordel. En todos ellos, el estudiante aparece indefectiblemente, como mínimo. con su manteo y su chambergo
Loba, manteo y bonete debían ser de unas calidades de tela determinadas, excluyendo las sedas, pero nada se dice del color en que debían de confeccionarse. En principio, dado el carácter expresado en la normativa y la insistencia en la honestidad, es posible considerar que debía excluirse todo colorido en los hábitos. Sin embargo, no hemos de estimar que el color era negro, como tampoco lo eran todas las vestiduras eclesiásticas. Los escolares podían introducir alguna variedad pero se debía eliminar, sobre todo, en los lutos reales, cuando de una manera especial se pedía a todo el gremio universitario que se esforzara por ajustarse a un patrón respetuoso. 
En general, podemos considerar a priori que los universitarios llevaron con gusto su atuendo. Sin embargo, y sin que falten ejemplos de la adaptación e identificación de profesión e indumentaria, también han trascendido muchos testimonios de oposición a tales atavíos.
Las razones del rechazo a los manteos son sin duda varias. En primer lugar no podemos olvidar que los hábitos identifican, pero también igualan. Los estudiantes, élite cultural, no presentaban la misma homogeneidad en el ámbito económico. Sus posibilidades eran muy diferentes, oscilando entre los escolares pobres que vivían de su trabajo o de su picaresca y los que llegaban con los bolsillos bien repletos y estaban respaldados por las fortunas de sus padres. Los había hidalgos y plebeyos, pero si respetaban tajantemente las normas no presentaban en apariencia ninguna diferencia. 
En este sentido, la posibilidad de igualar que tenía el hábito podía ocasionar una doble respuesta. Por una parte, gracias a él, algunos jóvenes podían ocultar su humilde  origen; si bien para algunos las limitaciones económicas eran tantas que los viejos paños de sus lobas no escondían nada. Pero, por otra, no faltaban varones a quienes el hábito les impedía lucir sus mejores galas, con las que podían demostrar el lugar que ocupaban en la estratificación jerárquica de la sociedad. Los primeros podrían pretender una ascensión social a través del vestido; los segundos la rechazan porque no aportaba nada relevante a su ser social.
  Retrato de un estudiante posando en ropa estudiantil. Se trata del estudiante Cabrera. 
Vestimenta austera, bicornio, y manteo terciado. Forma típica de lucir dicha prenda por el colectivo estudiantil.
Esto por lo que respecta a los hábitos de San Pedro, que en lo referente a los demás que usaban los estudiantes no existía un patrón fijo, sino que se sometían a los vaivenes de la moda, que influiría incluso en las tres prendas eclesiásticas.  
Ejemplo de lo anterior es la adopción por parte de los estudiantes del sombrero gacho o chambergo, y que el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española define como “sombrero de copa más o menos acampanada y de ala ancha levantada por un lado y sujeta con presilla, el cual solía adornarse con plumas y cintillos y también con una cinta que, rodeando la base de la copa, caía por detrás”. Mas los escolares no colgaban de la presilla plumas o cintillos, sino la cuchara necesaria para tomar la sopa de los conventos, por lo que se les conocía con el nombre de sopistas o caldistas.  
  • (Arriba) De nuevo volvemos al cuadro de Martín de Cervera, y observamos los distintos tipos de sombreros con que se tocaban los estudiantes. Así junto al bonete, vemos un chambergo en forma acampanada. 
  • (Abajo) Y otro chambergo que empieza a tomar ya cierta forma, dejando caer un ala y ligeramente levantando la otra. Ésta con el tiempo se fijaría con una presilla o en el caso de los sopistas con una cuchara.
      • (Izq.) Nuevo grabado de época. Cada vez la deformación del chambergo es mayor y el pliegue del ala más evidente.
      •  (Der.) Aquí el estudiante luce su cuchara en el bicornio. Por otra parte y tal y como comentábamos antes, lo raído de sus vestimentas no pueden ocultar su evidente pobreza. Por esa razón, aunque los estudiantes tuvieran una uniformidad a la hora del vestir, la calidad de sus paños y su estado de conservación decían mucho de su linaje o estrato social.
        El barón Charles Davillier y Gustave Doré, en su libro "Viaje por España", recogen, entre otras,  las siguientes coplas populares:  
      Las armas del estudiante Yo te diré cuáles son: La sotana y el manteo, La cuchara y el perol.
      Desde  que soy estudiante, Desde que llevo manteo, No he comido más que sopas Con suelas de zapatero
      Chambergo y manteo sufrirían una nueva modificación a consecuencia del bando provocador del conocido como Motín de Esquilache (1766), que ordenaba apuntar sombreros y recortar capas para evitar que los portadores de tales prendas llevaran armas y ocultaran su rostro. 
        Los estudiantes levantaron las dos mitades de las alas del chambergo por encima de la copa y las sujetaron con la presilla, dando lugar al sombrero de medio queso o tricornio, llamado así por su característica forma triangular; pero no recortaron los manteos como recomendaba el decreto, tan sólo aumentaron el tamaño de los cordones que fileteaban su cuello atándolos sobre el pecho tras pasarlos por bajo de las axilas, con lo que se podía comprobar que iban desarmados. El tricornio, con los años fue perdiendo su acentuada forma triangular y terminó denominándose "bicornio".  
        "Una broma picante", ilustración de Emilio Sala (1902).
      Aquí nos encontramos con un estudiante con su tricornio absolutamente ladeado, era la forma habitual de llevarlo, y la  cuchara de palo prendida en él.
      Poco a poco fue decayendo la sotana por dos razones fundamentalmente, la progresiva independencia de los estudios de su origen eclesiástico, y la generalización de los “trajes de gentes”, mucho más cómodos que la prenda talar.
      Los escolares ricos comenzaron a vestir en corto para viajar y andar de noche por las villas donde cursaban sus estudios, primeramente empleando la sotana corta y luego el traje de galán, pero adaptándolo  (aunque a veces no ocurría así) a las reglas contenidas en las Constituciones Universitarias, principalmente el uso obligatorio de colores oscuros, preferentemente el negro, prohibición en el uso de determinadas calidades de tela como la seda, de adornos costosos como pieles y joyas, de acuchillados, de camisas labradas, de polainas, de guantes adobados, etc.  
      "Estudiantes de la Tuna viajando con los arrieros" Esta ilustración de Gustave Doré realizada en su viaje por España nos muestra las condiciones en que viajaban los estudiantes. Evidentemente, y aunque las condiciones de viaje no eran tan crudas para todos, el traje talar no era precisamente el más cómodo.
        El "traje de gentes" se componía de coleto (casaca con mangas que cubría el cuerpo ciñéndolo hasta cintura, y que tenía unos faldones que no pasaban de las caderas), bajo el que se encontraba la camisa de color blanco que sobresalía del coleto por cuello y puños gracias a las lechuguillas, denominadas así por su forma parecida a la de las hojas de lechuga; las calzas (prenda ceñida que cubría muslo y pierna llegando hasta la cintura) con su soleta (pieza de cuero que se remendaba a la planta del pie de las calzas); gregüescos acuchillados, (calzones anchos con una serie de cortes verticales que dejaban ver otra tela de distinto color) que más tarde serían sustituidos por las calzas folladas que llegaban a las rodillas a las que se ajustaban con ligas o cintas de tela negra; y zapatos negros con hebilla.    José García Mercadal en su libro, Estudiantes, Sopistas y Pícaros define las calzas folladas como “especie de gregüescos muy huecos y arrugados, en forma de fuelles, donde los estudiantes solían esconder las gallinas hurtadas al alejarse de los mesones".
      Como prendas típicas de los colegiales, estudiantes de los Colegios –tanto Mayores como Menores–, estaban el manteo y la beca, cuyos colores servían para distinguir la pertenencia del estudiante a un determinado establecimiento educativo.
      La beca, en sus orígenes, no era como la conocemos ahora. Nos relata Blanco White en su autobiografía que “se dobla por la mitad como formando un ángulo y manteniendo la doblez delante del pecho, se echan las dos mitades sobre los hombros de manera que bajan por la espalda hasta cerca de los talones. La parte que cuelga del hombro izquierdo se hace mucho más ancha a unos dos pies del extremo y en ese lugar tiene un anillo circular de madera, de una pulgada de espeso cubierto con la misma tela”.   
       La parte de la beca de la que cuelga  el anillo circular es la chía, y el anillo recibe el nombre de rosca. La rosca con el tiempo se fue independizando de la beca dando lugar a la gorra, pero conservaría el color; de su uso por parte de los estudiantes más humildes que subsistían del caldo de los conventos derivó el apelativo capigorrista o gorrón, y la expresión “comer de gorra”, que indicaba precisamente la gratuidad que le era propia. Como vemos el origen de la beca era noble y acabó siendo un símbolo de identidad corporativa del gremio estudiantil, con la salvedad de que la rosca ya no cubría la cabeza sino que se dejaba caer por la espalda.  
      • (Izq.) Estudiante del Colegio de los Irlandeses de Salamanca.   
      • (Centro) Vemos la beca, y sobre todo la parte que más nos interesa es la que cae por la espalda y es recogida por el  brazo izquierdo, la chía.  
      • (Der.) La rosca forrada de tela del mismo color, hizo las veces de tocado, pero los colegiales con el paso del tiempo se limitaron a dejarla caer por la espalda y se cubrieron con el bonete, que porta este estudiante en su mano derecha.
         
        • (Izq.) Tallas de madera representando a un colegial portando beca de su colegio mayor.  
        • (Der.) Otra talla de la misma época. Si comparamos ambas, aparentemente iguales, podemos observar como el distinto color ropas y sobre todo de su beca, nos está indicando que se trata de estudiantes pertenecientes a colegios diferentes.
          Desde 1773 profesores y escolares debían usar traje de paño de fabricación nacional, hasta de segunda clase y color honesto, y en verano de seda lisa sin guarniciones. Sólo podían llevar en todo tiempo trajes de seda el rector, el maestrescuela, los doctores, maestros y licenciados por Salamanca. La obligatoriedad en el uso de las ropas académicas quedó reducida para los estudiantes a los días festivos, en los que vestían manteo y sotana negra de bayeta hasta el zapato con alzacuello blanco, chupa, calzón, chaleco de paño negro, sombrero de tres picos con presilla y calzado decente.  
          La Universidad de Cervera en 1808. La ilustración nos muestra lo que podía ser un día festivo a juzgar por las galas que lucen todos, desde el clero a los estudiantes, donde todos aparecen uniformemente vestidos y arreglados.
          En 1835 quedó definitivamente suprimido el traje escolar. Algunos escritores y periodistas dieron a este hecho una trascendencia mayor que la que verdaderamente le correspondía. Julio Monreal, por ejemplo, concedió a la abolición del traje académico en su artículo "Correr la Tuna" publicado en el Almanaque de la Ilustración Española y Americana en 1879, la siguiente lectura: “Por fin vino un día funesto para la tuna. Mandose, de orden superior, suprimir tricornio, manteos y sotanas, y por más que diga el refrán que el hábito no hace al monje, desde aquella fecha perdieron los escolares sus antiguas tradiciones”.   Como hemos podido ver, la historia del traje estudiantil es un compendio de prohibiciones, desde su inicio hasta su extinción. Nace sin un patrón definido de cómo debería ser, y sí de cómo no debía ser, y su desaparición también se recubre de ese manto prohibicionista que le había acompañado a lo largo del tiempo.   Un interesante documento que avala lo anterior es el conservado en el archivo Universitario de Barcelona, referido a la Universidad de Cervera, donde D. José Ginés Hermosilla, director general de Estudios y eminente humanista, ordena el 8 de octubre de 1835 se prohíba el traje talar a los alumnos de la Universidad, por considerar que no está en armonía con las costumbres del siglo, acostumbrando a los jóvenes al desaliño y decoro impropio a las personas bien educadas.  
          Estudiante de la Universidad de Cervera. Aunque las nuevas modas se han ido imponiendo, manteo y tricornio se mantienen. 
          Posiblemente, antes de comenzar mi charla, algunos de ustedes tuviera alguna duda sobre el origen del traje de tuno; ahora, casi finalizada, tendrán con toda seguridad muchas más. En este brevísimo repaso a la historia hemos visto retazos que nos recuerdan a la tuna y a los tunos: tricornios, manteos, alguna que otra guitarra pero no hemos encontrado el maniquí ideal con el que identificarnos.
          El traje que muchos hemos identificado durante años con una tradición que venía de siglos no es más que un invento de finales del siglo XIX de las comparsas de carnaval. Muchos de estos grupos musicales adoptan ropas estudiantiles a supuesta semejanza de las de los antiguos moradores de las universidades españolas. Entre estas comparsas alcanzó gran renombre la denominada Estudiantina Española que en 1878, y coincidiendo con las fiestas de carnaval, decide viajar a París llevando consigo sus guitarras, flautas, violines, vihuelas, bandurrias y panderetas. El éxito de la experiencia es recogido por "La Ilustración Española y Americana", el 15 de marzo de ese mismo año, donde, con gran profusión de grabados, nos ofrece una crónica entusiasta y detallada del periplo, y lo que más nos interesa a nosotros: una fiel descripción de sus vestimentas.  
             
          El articulista se encuentra en la Plaza de la Opera con la Estudiantina Española, y relata lo siguiente: "…y desfilando por delante de nosotros, nos dio ocasión para examinar los ricos trajes de los sesenta y cuatro individuos de ella, que así se parecían á los de los genuinos estudiantes que por las aulas de Salamanca y Alcalá arrastraban bayetas, como los vestidos de las pastoras del teatro á los de las verdaderas zagalas que pasan la vida entre zarzales: jubón y greguescos de terciopelo negro con botones de acero, y mucho cuello de encajes: medias de seda, también negras: zapatos de charol con lazo de igual color y hebilla de acero: guante blanco de cabritilla: gorra de terciopelo con un nudo de cinta amarilla y encarnada en unos pocos: en los más, sombrero apuntado (claque d'arlequin, dicen los periódicos de aquí), y una funesta cuchara a guisa de escarapela: tal era el atavío de estos bachilleres, más o menos auténticos, que doctores de los más encopetados se hubieran dado con un canto en los pechos por tener en el siglo XVI para presentarse en la procesión del Corpus.  
          •  La Estudiantina Española, el 6 de marzo de 1978, en el jardín de Las Tullerías, en París. 
          •  Ildefonso de Zabaleta y Joaquín de Castañeda, presidente y vicepresidente de la Estudiantina Española.
          Dura crítica a la Estudiantina Española la realizada por el comentarista de la "Ilustración Española y Americana" en cuanto a la rigurosidad de su vestimenta, que igualmente podría aplicarse al resto de las comparsas de carnaval y estudiantiles. Unos y otros se copian, cambiando apenas detalles a su conveniencia. Se generaliza el uso del jubón. Al principio sencillo, sin adornos, para acabar con los años afarolado. El manteo terciado deja su paso a la capa adornada de cintas y escarapelas –éstas también sobre los instrumentos–. Se introducen también exagerados cuellos de encaje y puñetas, y el bicornio con la cuchara, símbolo por excelencia de los sopistas, alcanza gran protagonismo.
          Veamos algunos ejemplos:
          • (Arriba Izq.) Tuna de Santiago, 1877. 
          • (Arriba Der.) Estudiantina cordobesa, 1891.
          • (Abajo Izq. ) Estudiantina Española de Valparaíso, Chile 1891. 
          • (Abajo Der.)Estudiantina Valenciana de la Facultad de Medicina, 1905.
          Tuna Escolar de Veterinaria de León, 1914.
          Para concluir, una curiosidad. Si repasamos los testimonios gráficos de la época, finales del XIX y principios del XX, que es cuando el traje de tuno empieza a tomar cuerpo, extraña la ausencia de una prenda: la beca. Ésta, con ser el elemento más apreciado de la vestimenta, y por cuya conquista hoy en día se pasa un duro pardillaje, se incorpora al traje hace solamente 50 años.    
          (Información obtenida de la conferencia de don Enrique Pérez Penedo - Lapicito )