lunes, 11 de febrero de 2013

DE ÓRDENES Y MESNADAS (CAPÍTULO 06)




DECISIONES Y MISTERIOS...

Ya dentro de nuestro temporal cuartel general, discutía con todos los caballeros, la estrategia que deberíamos tomar tanto para seguir reclutando gente (hasta ahora sin saber cómo estaban las cosas en el condado de Fuchinga Alta, así como en el resto del orbe) como para liberar a mi hermano Orson. Surgía una gran interrogante:

- ¿Quiénes lo tendrían prisionero?

- ¿Serían acaso miembros y espías de la Orden Tunae del sr. Gallumbos?

Muy poco posible, puesto que tenía certeza que mis cartas llegaron tanto a la parroquia de Bucaramanga como al pueblo Real de Minas (ambos en el Reino de la Gran Colombia) donde Maese Fósil ya se había movilizado con sus bravos caballeros hacia Nuestra Señora de la Asunción de Panamá ante una posible emboscada por parte de la Orden.

- ¿Enemigos locales?

Era la hipótesis más creíble  ya que dada la relativa cercanía que separaba nuestros territorios, su movilización no hubiera sido tan larga, además no estaba seguro si Orson sufriera o no algún otro percance. Sin embargo y a la vez, esta hipótesis era poco probable, debido a que la mayor parte de los bienes de nuestros enemigos fueron invertidos en armamento y víveres tanto para sus guerreros como para muchos otros mercenarios.

- ¿Piratas?

Ninguna flota osaría enfrentarse a mi hermano Orson, puesto que su estandarte flameaba en lo alto de su barco, y conociendo tanto la habilidad, pericia y hasta la dureza por la que eran conocidos Orson y sus hombres (a quienes curiosamente llamaba “los mirmidones”) dichos piratas hubieran necesitado una flota por lo menos tres veces mayor tanto en artillería como en guerreros, aunque difícil, esta idea tampoco era descartada.

- ¿Los encapuchados? (me di cuenta que hasta ahora no sabía ni el origen ni de quiénes se trataba, pero seguía llamándolos así, pues el "nombrecillo", como que pegaba)
Mmm...

En ese momento recordé que no tardaría en llegar el emisario que resolvería todas mis dudas con respecto a estos individuos.

Rápidamente y mediante consenso, decidimos que al llegar a la Ciudad de los Reyes, juntaríamos todas nuestras tropas hábiles y dividiríamos nuestro ejército en tres partes (no me gustaba la idea de dividirnos, pero ante dicha situación extrema, había que proponer una solución extrema), el primero estaría comandado por Mick Jagger y se dirigiría al puerto del Callao, tomaría el único barco en buenas condiciones que quedaba, llevando consigo los guerreros con mayor experiencia en táctica, acecho y navegación, su misión sería dirigirse directamente a Panamá (desembarcarían en Santa María la Antigua, para luego continuar su trayecto hacia Nuestra Señora de la Asunción por vía terrestre) y de ser posible liberar al almirante Orson.

Al mando del segundo grupo estaría un viejo amigo mío capitalino, quien esa misma noche tendría una reunión con los hidalgos de la ciudad los Reyes, partiendo inmediatamente termine esta, en busca de más caballeros que vivan tanto al centro como al norte de su ciudad y de allí tomarían la ruta más corta hacia Panamá.

Finalmente el tercer grupo estaría a cargo de Bob Patinho, el cuál seguiría la ruta del norte, puesto que su misión sería ir al reino de la Gran Colombia donde los señores Athos y Manimal ya lo esperaban en la Ciudad de Santa Fé.

Yo tendría que esperar la respuesta de los feudales sureños antes de poder continuar con la campaña (cosa que al principio no fue de mi agrado), con tantos días por lo menos esperaba una noticia (positiva o negativa) de Gallo quien fue como mi principal embajador hacia la ciudad de Santiago de Nueva Extremadura en busca de mi amigo Rottweiler, pasando antes por Antofagasta donde vive el señor Emerson; por lo menos eso me daría tiempo para permanecer unos días en Los Reyes tanto para averiguar la identidad de los encapuchados, además de sus propósitos y... para hacer una pequeña visita pendiente que no realizaba hace ya bastantes años.

Terminada la reunión de emergencia que tuvimos nos dispusimos salir a almorzar y preparar nuestro viaje, fui el último en salir de la tienda, a mi paso salió un jovenzuelo de escasos diez y ocho años (aproximadamente) quien entregóme una carta y quedó estático inmediatamente.

La carta decía lo siguiente:

Estimado señor Txalaka:

Si está leyendo la carta que mandé con mi mensajero, significa que no hubo nada fuera de lo común hasta ahora, cosa que por un lado me tranquiliza, puesto que aún no hay movilización de tropas por parte de nuestros enemigos, aunque por el otro, me preocupa bastante que en estas semanas no se sepa nada de ellos o de sus fechorías en Los Reyes.

Necesito urgentemente hablar con vuesa merced lo más antes posible Y A SOLAS, puesto que la información que le confiaré es de vital importancia para todas las ordenes de caballería tanto de las de aquí como las que hay en vuestros dominios.

Si bien vuesa merced se preguntará que siendo este un tema de vida o muerte, ¿por qué no lo compartí antes con mucha más gente? Le confesaré que sentí miedo, un miedo que os explicaré personalmente en nuestra cita.

Le ruego que por vuestra seguridad (y la de nuestra misión), deje vuestra armadura, espada y caballo con alguno de sus hombres de confianza, el cuál deberá lucirlos mientras cruzan la entrada de la Ciudad de los Reyes y hasta vuestro regreso; mi mensajero (que a la vez es mi escudero) lleva escondidos una capa de pastor y un cayado que vuesa merced deberá usar para entrar a la ciudad; cerca de San Vicente, se encuentra la Villa de San Luis, en donde vosotros deberéis permanecer hasta el atardecer, mi escudero dejará su caballo y ambos entrarán a Los Reyes cual pastores justo al llegar el ocaso, para lo cuál ya dispuse unas cuantas ovejas que vuesa merced y mi escudero conducirán, de esta manera vuestra historia será creible frente a los guardias (mi escudero os dará más adelante la historia que deberán contar en caso los guardias os pregunten quiénes sois); en San Luis podrá descansar en una pequeña casita que mi escudero os mostrará, donde encontrarán provisiones para el resto del día así como dos cueros de cabra, dos morrales y dos sombreros de paja.

Necesitará una muy buena excusa para convencer a alguno de vuestros hombres en usar vuestros artículos, dígales que es por seguridad vuestra, cosa que, valgan verdades, no es del todo falsa, puesto que sin querer (o queriéndolo) vuesa merced ya se ganó bastantes enemigos no sólo en Los Reyes; demás está decirle que nadie puede saber del contenido de esta carta; es muy probable que mi escudero, mientras usted lee se encuentre estático, no se preocupe, se mantendrá en dicha posición hasta que usted le devuelva la carta, la misma que será inmediatamente quemada.

Luego de cruzar la puerta de Los Reyes, esperarán hasta el anochecer (calculo que será una hora después de su llegada a la ciudad) de allí, ambos se dirigirán a una taberna, mi escudero ya os guiará, pidan una medida de vino (para lo cuál dejé varias monedas en vuestro morral) y sirvan tres copas (esa será la señal), en ese momento se les acercará un mozo con apariencia de labriego, el cuál dira un santo y seña que mi escudero reconocerá, luego permitirán que se siente con vosotros y terminarán la medida de vino, después “el labriego” os conducirá a nuestro punto de encuentro, nadie más que él (y yo obviamente) conocemos el punto de encuentro, por lo que de fracasar esta primera misión (en caso emboscasen o matasen a mi muchacho) nadie reconocerá el santo y seña por lo que “el labriego” no llevaría a nadie hacia el punto de encuentro; a la vez que ustedes se retiran, mi escudero se llevará las ovejas para que nadie sospeche...

Ruego disculpe que no pueda revelar mi identidad en este momento, cosa que hago tanto por mi seguridad como por la vuestra.

Atentamente:

Un amigo

P.D. Tenga cuidado con las serpientes, en caso capture alguna, mátela con el borde de vuestro cayado, sáquele la piel y sepárela en ocho partes, haga un Mate De Manzanilla, echando primero cuatro partes y después de tres minutos, eche el resto; este es un antiguo remedio que salvará su vida algún día.

Aquel Post Data, me daba la certeza que no se trataría de una trampa por parte de los encapuchados, y que mi informante anónimo era un hombre de bien, bastante inteligente al haber planeado nuestro encuentro con tantos detalles, entregué inmediatamente la carta a su escudero, el cuál la quemó en mi presencia.

Me resultaría difícil convencer a alguno de mis compañeros de armas a que usen mi armadura, mi espada, mi caballo, sin previa explicación; pensé en Bob Patinho, total, él conocía algo del tema, puesto que fue él quien me avisó del emisario, además que como mi hermano de toda la vida, confiaba ciegamente en él, pero por otro lado, sería levantar sospechas en caso algún espía no viera la armadura de Bob liderando la tercera compañía, igualmente no podía darle mi armadura a mi escudero puesto que ya él, era también conocido y de la misma manera aumentarían las sospechas de nuestros enemigos si vieran mi blasón, estandarte y espada, y no a mi escudero al lado mío.

De por sí era una decisión bastante difícil puesto que no podría contar nada de lo que decía la carta, en ese preciso momento, vi no muy lejos a Oto quien se acercaba para decirme:

“Maese, vuestros compañeros me mandan a buscaros, todos están preparándose en sus tiendas de campaña, preparando sus armas y caballos, dentro de muy poco se dispondrán de una vez a cabalgar hacia Los Reyes…”

Sonreí y a la vez giré en dirección al escudero, quien estaba al lado derecho mío, él cuál por respuesta dio una sonrisa cómplice.

“¡Oto, necesito un enorme favor de tu parte, y no esperaré un NO como respuesta! …”


lunes, 20 de agosto de 2012

DE ÓRDENES Y MESNADAS (CAPÍTULO 05)




SAN  VICENTE, Y CAMBIO DE PLANES...

La mañana avanzaba y yo seguía sin poder de dormir, si bien no me equivoqué al deducir que se trataban de guerreros, gracias a la Virgen de Chapi que se trataba de Bob Patinho, el cuál al enterarse de la batalla que mi ejército librara en la Villa de Valverde, y que mi llegada aún no se producía, salió en mi búsqueda con otros tantos caballeros locales.
Al encontrarnos, nos dimos un fuerte abrazo, ¡cuánto tiempo no miraba a mi compañero de aventuras y viajes, con el que recorrí medio mundo!, los años pasaron en un santiamén, y ahora dichas aventuras eran un muy bonito recuerdo que llevaba en mi corazón y en mi mente.
Sin perder más tiempo (y pienso que tantas aventuras y sobretodo el cansancio me hicieron perder el juicio por unos instantes) le pedí que me llevara a su castillo para que puedan descansar tanto los caballeros, escuderos, soldados, así como los animales, Bob Patinho me dijo que no habría problemas en descansar en esta villa, puesto que además de ser una villa pacífica, ya habían montado un campamento, es más mientras nosotros hablábamos, un mensajero llevaba consigo la buena nueva además que nos darían una espléndida bienvenida en su campamento.
Al llegar y después de asearnos, encontramos una mesa muy amplia, servida con exquisitos manjares, delicioso vino y la muy conocida “bebida de los dioses”, mientras comíamos algunos de los escuderos decidieron tocar canciones alegres, al terminar la cena, todos los caballeros presentes acompañamos en la labor a los escuderos, mientras hermosas doncellas aparecían quienes con su insinuante danza alegraron nuestros corazones.
Era un momento bastante agradable, por un lado la gente bebía, por el otro danzaba con las doncellas, y otros en un costado hablaban de grandes aventuras y cosas que desconocía, me enteré por medio de esta charla de que esta villa se llamaba San Vicente y que era muy rica en viñedos, de gente a la vez valiente y hospitalaria, otros hablaban de las lindas mujeres que viven en dicha villa, todos reían, cantaban, hasta escuché la conversación de uno de mis hermanos de cofradía acerca de aquellos encapuchados con quienes sostuvimos aquella batalla, a lo cual sin darme cuenta el porqué, muchos de los que escuchaban cambiaron sus rostros risueños por otros más bien de ira o de dolor.
Interrumpí dicha conversación animando a la gente a cantar una hermosa canción que otrora siempre era cantada en los festines, y todos estuvieron de acuerdo con cantarla, salvo dos personas que se levantaron y se retiraron a conversar en una esquina lo suficientemente lejana como para que los demás no percibiéramos su conversación, uno de ellos era Bob Patinho.
Terminó la canción y siguió otra, más alegre que la anterior, y siguió otra más, hasta que por fin pude dejarlos para acercarme y poder hablar a solas con Bob, que había terminado su conversación con aquel caballero una canción atrás y este a su vez, retiróse inmediatamente.
“Bob, dime qué sucede…” – le pregunté.
“Txalaka, esto es mucho más grave de lo que te imaginas, aquellos encapuchados (como tú los llamas) son gente muy peligrosa que no dudarán en matarte o matar a cualquiera que se interponga en su camino”
“¿Es eso todo?, recuerda hermano que te conozco perfectamente y se cuándo no has contado todo lo que sabes”
“Es cuestión de tiempo Txalaka” – me replicó Bob, “más no puedo decirte, en primer lugar porque prometí a mi amigo no contarte más hasta que el indicado te lo cuente personalmente, en segundo lugar porque no se mucho más del asunto…”
“¿Y cuándo aparecerá el tipo que me contará lo que sabe?” – volví a preguntar.
“Pues Los Reyes están a pocas horas de aquí, calculo que mientras va y regresa... mmm... llegarán aquí a media mañana, no te desesperes y ahora vamos al festín que todavía queda tiempo.”
Mientras todos se divertían, yo seguía pensativo y ansioso por la conversación que sucedería dentro de algunas horas, aquel misterio por fin me sería revelado y la identidad de mis nuevos enemigos conocida.
Con el primer rayo de luz acabó la fiesta, las mozas se retiraron a sus casas (algunas acompañadas por caballeros y uno que otro escudero), muchos fueron a dormir a sus tiendas de campaña y unos pocos fueron a comer antes de rendirse a Morfeo. Al no poder dormir, me acerqué a las caballerizas y pude ver con alegría que casi la totalidad de los caballos, estaban recuperados, percaté una silueta a lo lejos muy cerca de mi caballo, lo que en verdad me asustó, sigilosamente me escabullí sin hacer ruido listo a matar aquel individuo en caso se tratara de un enemigo, cuál sería mi sorpresa al ver a Oto (el muchacho de la aldea vecina que decidió acompañarnos) limpiando mi caballo.
“Oto, ¿qué haces despierto tan temprano? – le pregunté.
“Maese, en mi aldea me levanto antes de que cante el gallo (que es ligeramente antes del primer rayo de sol) por lo que decidí limpiar vuestro caballo así como los que pertenecen al resto de caballeros, disculpe usted puesto que ya me contaron que sólo vuestro escudero puede hacerse cargo de vuestro caballo, pero aún faltan dos horas para que todos los escuderos hagan esas tareas, además que quiero mostrarle mi agradecimiento por traerme consigo…” – respondió.
“Muchacho, no te molestes tanto, tú viniste por voluntad propia, además que no eres un criado para hacer las tareas que les corresponden a los escuderos…” – le expliqué.
“Maese, usted no me entiende pues yo soy un muchacho de aldea, el cual nunca podrá ser escudero y por ende tampoco llegará alguna vez a ser caballero como lo es usted, yo en estos instantes efímeros vivo mi sueño, ¡por favor, no me quité dicho placer!" – me replicó con lágrimas en los ojos.
Sonriendo le dije: “Oto, eres un buen muchacho, llegarás lejos si te lo propones, continúa con tu tarea y luego de limpiar los caballos, vas a desayunar, cosa que yo haré en este instante…”
Luego del desayuno, pasé las dos siguientes horas observando el campamento, vi algunos que se dedicaban a entrenar con espadas, otros cual juglares, se dedicaban a tañer y componer, otro enamoraba a su doncella del día anterior, la cual regresaba por la mañana a ver a su amado, ¡cuántos recuerdos volvieron a mi mente!, las frías noches que bajo su ventana cerrada entablaba largas conversaciones con ella, las noches en que la única luz que iluminaba la noche era la que salía de su alcoba, ella en el balcón oyendo mis canciones, los constantes “te quiero” y los…
“¡Llega un mensajero, llega un mensajero!” – escuché que gritaba el vigía de nuestro campamento, inmediatamente corrí a su encuentro le pedí que me llevara al lugar de reunión.
Extrañado el pobre muchacho me dijo: “Maese, no se a que se refiere, me mandaron con esta carta para usted, diciéndome que era de vital importancia.”
Tomé la carta entre mis manos y empecé a leerla, rápidamente a la vez que mi rostro palidecía, parte de la flota de barcos que partirían rumbo a España, estaban o inservibles o ya estaban ocupados, por lo que sólo quedaba un barco para mis fines, sin embargo, lo que más me preocupó fue el enterarme de que Orson había sido tomado prisionero en Panamá por nuestros enemigos…




jueves, 5 de enero de 2012

DE ÓRDENES Y MESNADAS (CAPÍTULO 04)


LA VILLA VECINA Y EL NUEVO COMPAÑERO

Luego de dejar atrás la Villa de Valverde, llevando una cantidad enorme de la “bebida de los dioses” entre otras muchas provisiones otorgadas por los pobladores de la misma, es que decidimos seguir nuestro camino hacia la Ciudad de los Reyes, donde finalmente tendría noticias tanto de lo que pasaba en el sur, así como del avance de la expedición hecha por mi hermano Orson.

Llegamos a la villa siguiente, la cual poseía vegetación abundante como la anterior, en verdad toda esta zona es muy rica, de las mejores de región, por lo que, y al ver los caballos algo cansados, decidimos que lo mejor sería reposar en tan bello lugar.

Al principio creí que se trataba de una villa desierta pues no divisábamos gente alrededor (y eso que ya estábamos más de una hora caminando por sus calles), decidí pasear por mi cuenta, y luego de caminar aproximadamente una hora más, adentrándome a los viñedos cercanos, vi no muy lejos, un frondoso árbol, por lo que me puse a descansar bajo su copa, necesitaba tiempo para ordenar los muchos pensamientos que en ese momento me atormentaban ¿cómo estaría la guerra en España?, no tenía noticia alguna del Conde ni de alguno de nuestros ahora compañeros de batalla, ¿llegaría a su destino Gallo? temía que tan igual como a nosotros, el hubiera sufrido algún percance en su viaje a los Principados del Sur, ¿qué sería de Orson? Y sobretodo el significado del puñal que aún conservaba conmigo y que saqué para observarlo detenidamente.

Aquel puñal poseía una hoja simple de aproximadamente 25 centímetros, su punta terminaba en una curvatura cual un garfio, y su hoja carecía de símbolo alguno por ambos lados, el mango estaba hecho de una aleación desconocida por mí, en la agarradera se podían observar marcas de dedos, además era de color negro, poseía un tallado de manera artesanal en la parte final del mismo: un octógono cruzado por dos serpientes las cuales juntaban sus cabezas en la parte superior y sus colas en la parte inferior formando “un ocho”, encima de ambas cabezas se observaba la letra D, en tanto en el extremo derecho como izquierdo dos letras M, las tres letras eran de un color púrpura mate, y si se trazaba líneas imaginarias uniendo estas tres letras, se formaba un triángulo equilátero.

Mientras seguía en mi tarea de tratar de descifrar el significado de ese emblema, sentí un golpe en la zona occipital, no recordando lo que sucedió después del mismo, ni por cuánto tiempo estuve inconsciente. Al abrir los ojos, me encontraba en algo parecido a un establo (lo que deduje tanto por el abundante heno alrededor del cuarto, las caballerizas, así como por el olor característico de dicho lugar), la única iluminación con la que contaba aquel recinto, la daba un lámpara colgada justo encima de mi cabeza, tenía ambas manos amarradas a la espalda, mi cintura estaba amarrada a una silla, y mis piernas amarradas a las patas delanteras de la misma.

Al frente mío estaban cuatro hombres, por sus vestimentas, parecían aldeanos aunque todos llevaban armas ceñidas a la cintura, no pude distinguir si se trataban de espadas o alguna otra arma blanca.

Uno de ellos observaba el puñal de la misma manera como yo, anterior a mi captura, lo hice, esperaba la muerte, como todo caballero, mi preparación conlleva saber que la muerte es además de ser parte de la vida, se puede enfrentar en cualqueir momento, sin embargo, el otro aldeano se me acercó y me abofeteó el rostro exclamando: “¡no conformes con destruir la Villa de Valverde, ahora quieren hacer lo mismo con nuestro hogar!”. Aquellas palabras me devolvieron la confianza, no se trataba de los encapuchados asesinos, sino más bien de los pobladores de aquella villa, quienes temerosos a nuestros enemigos, me habían confundido con uno de ellos.

“No pertenezco a dicho grupo, y mis intenciones son pacíficas, estoy de pasada nada más, voy rumbo a la Ciudad de los Reyes” – respondí.

“¡Mientes!, aquí tenemos la prueba que te condena, llevas el mismo puñal que ellos, seguramente que irás en busca de mercenarios para destruir nuestra villa, ¡no lo permitiremos! – dijo un tercero que habría ingresado hacía unos instantes, a la vez que me propinaba un puñetazo en la mejilla izquierda.

Era entendible la furia de aquellos aldeanos, al parecer ellos fueron víctimas de los encapuchados al igual que los “valverdinos”, y yo sin ninguna prueba que certificase mi identidad, salvo mi palabra, la cual no creyeron, al parecer los encapuchados ya los habían engañado anteriormente.

Tres de ellos agarraron cadenas y palos “para ajusticiarme”, y cuando se disponían a hacerlo levanté mi cabeza, moriría de la misma manera como viví toda mi vida: con honor.

“¡Alto!” – dijo un cuarto hombre, el que aun sostenía “mi puñal” volteó inmediatamente y lo miró dubitativo. “Este hombre no puede ser parte de los malhechores, esos malvados no tienen lo que este hombre tiene, no le tiene miedo a la muerte, mírenlo directamente a los ojos, ya que a pesar de estar en una situación humillante, continúa mostrando hidalguía”.

“Recuerda que muchos de ellos también fueron caballeros, antes de traicionar su orden, podría ser el caso de este hombre” – sostuvo uno de los aldeanos.

“Siento un buen presentimiento con respecto a él, tomaré toda la responsabilidad en caso que sea un error. “A ver dinos quién eres” – me preguntó el hombre del puñal.

“Mi nombre es Txalaka, caballero de la Orden de los Hospitalarios Dorados, así como de la Orden de Santa María del Cielo, natural de la Villa de la Asunción, estoy de paso por vuestra villa, mi destino es llegar a la Ciudad de los Reyes para encontrarme con un hermano de mi Orden, ya que la guerra existente en la Madre Patria, llegó a nuestras latitudes y definitivamente ese no es mi puñal, se lo arrebaté a un encapuchado que trató de matarme, cuando estaba en la Villa de Valverde, la cual ya es libre, gracias a mi gente, la cual debe estar muy cerca de aquí” – respondí.

Inmediatamente, a la vez que sus rostros mostraban una mixtura entre admiración y miedo, fui desatado. “Señor, discúlpenos no fue nuestra intención ofenderlo” – dijo uno de ellos mientras los cuatro se arrodillaban ante mí.

“Levantaos” – les respondí, “Es entendible vuestra indignación, aunque creo que me debéis tanto un puñetazo como una bofetada” – les dije mientras reía a carcajadas, ellos imitaron mi risa.

Traté de indagar más acerca de los encapuchados, aunque al parecer, los moradores de la Villa Santiago de Almagro (que así se llamaba dicha villa) tampoco conocían mucho acerca de ellos, salvo que llegaron con muchas mentiras y poco a poco se apoderaron de la Villa Valverde y deseaban hacer lo mismo con su villa, como con algunas otras villas cercanas, las cuales sucumbieron ante el poder de dichos encapuchados.

Les pedí que me acompañaran a mi campamento; sin darme cuenta estaba metiéndome en una guerra que desconocía y que sucedía ¡ante mis ojos!, la cual no tardaría en llegar a mis dominios si es que no hallábamos una solución inmediata.

Me acerqué a Rugrats y poniéndole mis dos manos en sus hombros le dije: “Esta gente necesita nuestra ayuda, deberás quedarte con ellos junto con tu compañía, en caso lleguen los encapuchados de nuevo”.

“¡Maese, pero… el Conde necesita ayuda! ¡No puedes dejarme aquí!” – me reclamó Rugrats.

“¡Hombre, tranquilízate!, el Conde es un hombre razonable y sé que contará con muchos más aliados, pero esta gente, actualmente no tiene a nadie, y nuestro deber como caballeros es protegerlos”.

A regañadientes obedeció mi orden, Rugrats era de aquellos tipos amantes de la aventura, además de ser muy leal, confiaba bastante en él, aún recuerdo su época de escudero, era muy impulsivo, característica que mantenía hasta ahora. Tuve que hablar en privado con él para convencerlo.

Los aldeanos nos pidieron que nos quedáramos para realizar un festín en nuestro honor, educadamente les respondí que teníamos que avanzar (por más que ya estaba empezando a anochecer) puesto que sin querer, sufrimos un retraso, por el cual deberíamos cabalgar en la noche.

Nos despedimos de los aldeanos y de Rugrats, justo antes de partir, vino uno de los aldeanos gritando: “¡Maese, Maese, permítame ir con usted se lo ruego!”.

“Sabes que nos enfrentaremos a muchos peligros, y es muy probable que muchos de los que partamos, no regresemos. ¿Estás dispuesto a sacrificar tu familia y tu vida?” – le pregunté.

“Mi vida terminó cuando los encapuchados destruyeron mi familia, por lo que ve, no tengo nada que perder” – respondió él.

“Entonces bienvenido al grupo… ¿cuál es tu nombre?” – volví a preguntar, “Oto es mi nombre señor” – replicó de nuevo nuestro nuevo compañero.

Nuestro viaje transcurrió durante parte de la noche, vimos una luz a lo lejos, la cual aumentaba y se hacía mayor a la vez que nos acercábamos, cuanto más cerca nos encontrábamos, logré observar que aquella luz en realidad era producida por cientos de antorchas, lo que significaba que eran guerreros…

¿Serían los encapuchados? ¿Acaso se trataba de una nueva emboscada?, mi corazón palpitaba rápidamente; era el momento de tomar una decisión, giré mi cabeza a la vez que observaba a mis hermanos, los escuderos, los soldados de infantería y al joven Oto, no lo pensé dos veces, la gloria por segunda vez nos salía al paso; desenvainé mi espada y al grito de ¡VAMOS AL ATAQUE!, salimos a su encuentro…


lunes, 5 de diciembre de 2011

DE ÓRDENES Y MESNADAS (CAPÍTULO 03)

ANTES DE LLEGAR A LA CIUDAD DE LOS REYES
Si bien cabalgamos todo el día anterior, aun nos faltaban muchas leguas antes de llegar a nuestro destino, es decir, encontrar a mi hermano Bob Patinho. Llegamos a una villa tranquila con abundante vegetación y conocida en todo el mundo por ser el lugar de origen del mejor licor habido, tanto así que la llamaban "LA BEBIDA DE LOS DIOSES", su gente, muy hospitalaria, al principio al vernos llegar, creyeron que éramos guerreros en busca de conquistar la "Villa de Valverde" (que así se llamaba dicha villa), al explicarles nuestras intenciones, y sobretodo que estábamos de paso, cambiaron su actitud hacia nosotros, es más fuimos invitados a la fiesta de la villa, música, bebidas y mujeres hermosas; contagiados por la inmensa algarabía de nuestros anfitriones, decidimos regalarles un poco de nuestro arte (el arte de ser caballero no es solamente el de la guerra), la fiesta duró hasta casi el amanecer.
Mientras permanecí solo en la habitación que se me asignó, pensaba cómo irían las cosas tanto en la Villa de la Asunción, como a mi hermano Orson que debería estar navegando, y sobretodo cómo estarían las cosas en la Madre Patria, me impacientaba el no tener noticias, por lo que me fue muy difícil conciliar el sueño.
Eso a la larga sería lo que salvaría mi vida, puesto que por la ventana que daba a la parte izquierda de mi habitación se abalanzó un encapuchado con un puñal, sus intenciones eran más que obvias, y luego de unos minutos de ardua lucha logré vencer a mi rival y dejarlo inerte, por una medida de precaución lo dejé en mi cama cubierto para que nadie sospechara (en caso que hayan más asesinos y ganar algo de tiempo), inmediatamente vino a mi mente mi escudero, ¿seguiría vivo?
Sigilosamente salí de mi habitación, usando la capa que arrebaté a mi asesino hasta llegar a un granero, donde vi a mi fiel escudero amarrado mientras era golpeado por dos hombres vestidos de la misma manera como actualmente estaba yo.
 - "¡Dinos, quién los mandó!, ¡hacia dónde van!, ¡habla o muere!"
Mi escudero recibía estoicamente todos los golpes sin quejarse, sus agresores batíanle con más furia mientras lo insultaban:
- "¡Habla desgraciado!, si estimas tu vida ¡habla!, tu señor ya está muerto, y no tardará en llegar su cabeza..."
Vi a Nescao que seguía sin inmutarse, sin embargo aparecía una gruesa lágrima que corría por su mejilla derecha.
Mi furia no tuvo límites y desenvainando mi espada contra ellos exclamé: - "¡La cabeza junto con el acero que terminará vuestras miserables vidas!"
La lucha no duró mucho, al querer humillar más a mi escudero, sus atacantes dejaron sus armas en una esquina, sin pensar que la suerte jugaría a nuestro favor y no al suyo, desaté de inmediato a mi escudero el cual aún con lágrimas en los ojos abrazándome me dijo:
- "Maese, pensé que estabas muerto y ni así traicionaría a los nuestros, hubiese preferido morir".

- "Nunca tuve dudas de tu lealtad o de tu valor hijo mío" - le respondí - "sin embargo ahora debemos saber si hay más asesinos, hasta que punto tienen el control de la villa, y lo más importante, quién los mandó."

No sería larga nuestra espera, los asesinos descubrieron el cuerpo de "mi asesino" y juntaron sus huestes para destruir la villa y matarnos tanto a Nescao como a mí, venderíamos caras nuestras vidas aunque en ese instante pensaba en la seguridad de la villa antes que en mi misión.

- "Ha sido un honor enseñarte todo este tiempo, hijo mío" - le dije a mi escudero,
- "Si he de morir, que orgullo hacerlo al lado suyo Maese" - respondió él.

Salimos armados con espadas (si bien los escuderos no deben usarlas, los rivales a los que nos enfrentábamos tampoco eran caballeros que sabían lo que era el honor), y al grito VENCER O MORIR nos enfrentamos a un grupo de rivales inmensamente superior a nosotros, los minutos pasaban cual horas y el cansancio empezaba a dominarnos, en medio de una lucha tan desigual, logré percibir un sonido al cuál no le di mucha importancia hasta que este aumentó. Silbidos de flechas a la vez que cascos de caballos, ni siquiera tuve tiempo a voltear para ver si eran amigos o enemigos.
En poco tiempo los pocos enemigos que quedaban vivos huyeron, y al voltear por primera vez en mi vida agradecí que no se haya cumplido una orden mía.

- "Maese, disculpe que no le hayamos hecho caso pero no confiamos en nuestros enemigos y temíamos por su vida, al parecer no nos equivocamos".
Sonriendo les dije: - "¡Rugrats y Mick Jagger, como siempre desafiando mi autoridad! pero esta vez me da mucho gusto que lo hayan hecho, vamos a descansar y a ayudar a los pobladores de esta villa que han sufrido mucho".
Ayudamos a reconstruir algunas de las casas que fueron destruidas en el saqueo de los asesinos, y después se armó un festín en nuestro honor bebiendo "LA BEBIDA DE LOS DIOSES", más conocida como PISCO (que a la larga daría nombre a una ciudad cercana), la alegría se podía respirar por toda la villa, sin embargo yo aún tenía muchas dudas, sobretodo el símbolo que vi tallado en el puñal que arrebaté a uno de mis asesinos...


LA COSTUMBRE CONTRA LA TRADICIÓN

Después de mucho tiempo de espera, lleno de grandes vivencias y certámenes, es que vuelvo (y espero esta vez con más fuerza) para poder continuar en este, nuestro blog.

En diversas ocasiones me he percatado de la extraña confusión que algunos tunos (y por ende algunos novatos también) cometen casi constantemente entre tradición y costumbre; en efecto, nuestros contemporáneos, dan de buena gana el nombre de "tradición" a toda suerte de cosas que no son en realidad más que simples costumbres, frecuentemente del todo insignificantes, y a veces de invención completamente reciente, no importa quien la haya instituido, para que ésta, al cabo de algunos años, sea calificada de "tradicional". 

Este abuso de lenguaje se debe evidentemente a la ignorancia de los modernos al respecto de todo lo que es tradición en el verdadero sentido de esta palabra; pero también se puede discernir en ello una manifestación de ese espíritu de "contrahechura" del que ya hemos señalado tantos otros casos: allí donde no hay ya tradición, se busca, consciente o inconscientemente, substituirla por una suerte de parodia, a fin de colmar por así decir, bajo el punto de vista de las apariencias exteriores, el vacío dejado por esta ausencia de la tradición; así pues, no es suficiente decir que la costumbre es enteramente diferente de la tradición, puesto que la verdad es que le es incluso claramente contraria, y que sirve de más de una manera a la difusión y al mantenimiento del espíritu antitradicional.

¿Existen tradiciones en la Tuna?

Por supuesto que sí, la Tuna, como actualmente la conocemos, nace hace aproximadamente 140 años (el primer documento que hace referencia a la Tuna, le da como fecha el 21 de febrero de 1876), y a pesar de que las mujeres ya estudiaban en la universidad (está documentado que entraron en la tercera parte del siglo XIX), (01, 02, 03) los primeros tunos decidieron no incluirlas en este hermoso mundillo llamado Tuna; la Tuna es de VARONES UNIVERSITARIOS, y esta, debería ser nuestra única tradición.

Otra cosa que he notado es  que muchas veces se le quiere dar a la tradición  un sentido profundo, a veces incluso un carácter propiamente ritual,  como si todo lo que viene de antaño tendría que ser una "superstición" en el sentido etimológico; puesto que en muchos casos, no comprendiendo su razón de ser, por eso mismo son particularmente aptas para deformarse y para mezclarse a elementos extraños, que no provienen más que de la fantasía individual o colectiva. 

Con bastante generalidad, éste es el caso de las costumbres a las que es difícil asignar un origen definido; cada Tuna las posee, y empiezan a darse por repetición o por simple hábito, siendo en otros casos alguna anécdota que por ser jocosa o particular tendemos a adoptarla.

Sin embargo, muchas de las costumbres son vestigios de algo que tuvo en primer lugar un carácter tradicional, y, por este motivo, pueden no parecer todavía suficientemente profanas; así pues, en un estadio ulterior, se tratará de reemplazarlas tanto como es posible por otras costumbres, estas enteramente inventadas, y que serán aceptadas tanto más fácilmente, sobretodo porque en los tiempos actuales ya no se desea cumplir a cabalidad ciertas normas de la Tuna, pues muchos tunos están ya habituados a hacer cosas desprovistas de sentido. 

Una costumbre de las Tunas peruanas (adoptada de la Tuna de Derecho de la UCM - España), es el llamado ROA (Riguroso Orden de Antigüedad) que últimamente ha sido pretexto para muchas discusiones, y es que el ROA es un respeto hacia el antiguo, nada más, pero que lamentablemente muchos "tunos" antiguos creen que les da derecho a putear a los tunos más noveles, incluso tratándolos como novatos (alguna vez y aclaro que me causó muchísima risa, un tuno mucho más antiguo que yo - y vuelvo a aclarar que no era de mi Tuna - me exigió que me arrodille ante él), los adversarios del ROA (o por resentimiento o porque no están de acuerdo con estos abusos)  indican que es una soberana estupidez , que no se le debe rendir pleitesía a los antiguos, llegando incluso a rendirle culto al más viejo (cosa con la que concuerdo).

Tengamos en claro algo, la Tuna no es una religión, este fanatismo es por demás absurdo, pero que lamentablemente es mal entendido por tunos más noveles y bajo estas excusas, tienden a irrespetar a quienes tienen algo más de experiencia que ellos (cosa que tampoco estaría bien ¿no creen?).

¿y qué opinan de los "pseudo-ritos" que a veces se trata de imponer a los novatos bajo la excusa de ser tradicionales?, ¿acaso la beca es una especie de "Arca de la Alianza" que si un impío (en este caso un novato) la toca se quemará?, la beca es un símbolo que indica que se terminó el proceso de aprendizaje dentro de la Tuna, y que el que la porta tiene condición de veterano NADA MÁS, he llegado a escuchar decir a algunos tunos: "¡pardillo miserable! ¡cómo te atreves a tocar mi beca! ¡mi beca no la toca ni mi madre!" (otro caso de fanatismo estúpido dentro de la Tuna).

Voy a mencionar otro de mis favoritos, bajo la excusa de la "tradición" se menciona que la Tuna es universitaria mas no española (visión de algunos tunos peruanos) puesto que nuestras costumbres provienen de antes que se formaran las primeras universidades en España.

Hay algunas costumbres adoptadas por la Tuna como la ronda y las serenatas, las cuales provienen de la edad media (juglares y trovadores por citar un ejemplo) ¿quiere decir acaso que los trovadores o juglares fueron los primeros tunos? NO; en el mundo las primeras universidades nacieron en China (Universidad de Hunan), Grecia (Academia de Platón), Egipto (Universidad del Cairo) Irak (Universidad de Bagdad) ¿de aquí provienen los primeros tunos o sus antecedentes? NO; en Europa antes de fundarse las universidades españolas (studium generale) existieron otras universidades como Bolonia (Italia), Oxford y Cambridge (Inglaterra) y París (Francia) ¿de estas universidades provienen los primeros tunos? TAMPOCO (aunque, y como veremos más adelante, el goliardismo nace en Francia); entonces, si tenemos en cuenta que los antecedentes de la Tuna (o correr la Tuna si lo prefieren) nacen con las primeras universidades ESPAÑOLAS: Palencia (1192), Salamanca (1213) y Alcalá de Henares (1293) y la primera Tuna (como actualmente la conocemos y de donde todas nuestras costumbres nacen) es de Santiago de Compostela, ciudad también ESPAÑOLA, decir que la Tuna nació en España ¿es españolizarla?, por supuesto que no; en el Perú probablemente hubieron antecedentes de correr la Tuna por antiguos estudiantes (españoles o criollos), antes de la llegada de la primera Tuna (década del 60) como se puede observar en libros de autores como Ricardo Palma o Manuel Ascencio Segura, pero fue sólo eso ANTECEDENTES.

Y ya que hablamos del tema, efectivamente LOS ANTECEDENTES de la Tuna nacen en el siglo XII (y hasta antes) pero de un movimiento llamado goliardismo que nace en el siglo XII de las clases intelectuales urbanas, provenientes de las “scholas” abaciales y catedralicias, tiene sus orígenes en Francia y se extendió hacia Italia, Inglaterra y Alemania, que consistía en escribir cantares, poemas, diálogos profanos principalmente en latín.

Citemos el fragmento de un libro: “Este mundo de estudiantes y maestros de naciones diversas que hablan y escriben en latín y llenan las ciudades escolásticas con sus disputas, aventuras, amoríos y juegos, es el ámbito que verá nacer la poesía goliárdica. Son el humanismo medieval.

Lanzándose decididamente a la vida alegre, encauzan su preocupación literaria y su agudo ingenio hacia la creación de poesía en las que satirizan el ambiente que les rodea, parodian la seriedad y majestad de los himnos litúrgicos, cantan jocundamente al vino y al amor y dan rienda suelta a la malicia y picardía estudiantil. Tales poetas eran por lo general estudiantes que se trasladaban de una escuela a otra, ya que ello ocurre en los momentos en que se organizan las grandes universidades europeas, y que faltos de recursos, no raramente se ganaban el sustento ejerciendo actividades más o menos juglarescas… Entregados a la vida errabunda e irregular.

La temática goliárdica es la taberna y el vino, el juego, la primavera y el amor – tierno como obsceno – la burla del orden social… A todos les unía un hilo de Ariadna para vagabundear por el laberinto de Europa: la poesía, el vitalismo, el afán de vivir, la afición al vino y a la buena vida, a exprimir el jugo de la situación lo mejor posible, el amor – muchísimo e inmenso amor a las mujeres – ir de un sitio a otro, cierta picaresca, interesarse por las últimas novedades intelectuales, ir de un centro de estudio a otro para aprender, dialogar, discutir, saber más. Rebeldes e inconformistas, se rieron de todo: del mundo, de la iglesia: Papas, obispos, curas y frailes… Fueron la contracultura de la baja Edad Media…”(04)

¿Y qué podemos hablar acerca del novataje?, ¿este es de origen español, peruano? (pues algunos tunos peruanos dicen que el "pardillaje peruano"  es exclusivo, que nació de aproximadamente seis tunos a principios de los noventas, basado en las novatadas, que existen en muchos grupos sociales, y que con el fin de “mistificarlo” y de abusar de la ignorancia de los pardillos, se dice que viene de tiempos antiguos y se convierte a estos en sirvientes, humillados y tristes).

Señores, el novataje (llamado generalmente pardillaje por la casi totalidad de Tunas peruanas) no es propio de la Tuna y nace con los albores de los primeros oficios artesanales en donde habían maestros y aprendices, estos últimos teniendo que pagar a sus maestros para que estos les enseñen, en muchos documentos de las universidades españolas se habla acerca de las novatadas que les hacían los antiguos estudiantes a los nuevos, libros como “El Buscón” y muchos más de picaresca española también los mencionan, gracias a Dios actualmente no cometemos las barbaridades que se cometían en aquellas épocas.

Finalizemos con una costumbre que a veces es motivo de discusión entre tunos contra los novatos, y es el arrodillarse con una o con otra rodilla (derecha o izquierda), teniendo en cuenta que el arrodillarse tampoco es una costumbre propia de la Tuna.

Los defensores de arrodillarse con la izquierda dicen que la derecha es para la madre y las dos sólo para Dios, y que arrodillarse con la derecha está mal, llegando incluso a castigar a los novatos que se arrodillan con la derecha (otro caso de una costumbre que conlleva a fanatismo).

Los que estamos de acuerdo con arrodillarse con la derecha, no buscamos una respuesta tradicional, ritual, mística, sino más bien algo que es netamente sentido común:

Una de las muchas teorías con respecto al arrodillarse con una sola rodilla, afirma que esta costumbre proviene de la Edad Media, es lógico deducir que si los caballeros llevaban armas (en el lado izquierdo) por mera comodidad (y en caso tuvieran que luchar incluso en la misma Iglesia) se deberían de arrodillar con la derecha, pudiendo estar alertas para usar sus armas incluso en un momento de devoción.

Por ende la próxima vez que escuchen "es la costumbre", recordemos que en primer lugar cada Tuna puede sus propias costumbres (y muy respetables por supuesto) muy diferentes de otras Tunas y que son igual de válidas, y que todos tenemos el criterio suficiente para preguntarnos el porqué de estas costumbres (e incluso de las tradiciones) y si debemos cambiarlas es nuestra oblicagión hacerlo.

Que el miedo a dar nuestra opinión y que esta no sea bien recibida, no sea una excusa para seguir obedeciendo de manera autómata, pues es en definitiva de necios e ignorantes, hacer las cosas "por costumbre".

(01) LA MUJER EN LA UNIVERSIDAD ESPAÑOLA, Angeles Laorden y Pilar Giménez. Revista de Sociologia. Barcelona (1978)

(02) LA PRESENCIA DE LA MUJER EN LA UNIVERSIDAD ESPAÑOLA, Dra. Laura López de la Cruz, Universidad Pablo de Olavide Sevilla España (2001)

(03) Mujer y educación en el siglo XIX, CLICK AQUÍ

(04) Cancionero de estudiantes de la Tuna: El cantar estudiantil de la Edad Media al siglo XX, Emigdio Cano Gómez, Emigdio; José Manuel García Lagos; Antonio Luis Morán Saus. Salamanca, 2003

miércoles, 7 de septiembre de 2011

NOVATO VS. PARDILLO



Muchas veces se discute acerca de lo mismo ¿cómo debemos designar y/o llamar a los aprendices de tuno?, si nos fijamos en el Diccionario de la Real Academia Española (darle click si queréis entrar en la página) encontraremos lo siguiente para ambas palabras:

NOVATO:
(De nuevo y -ato).

1. adj. Nuevo o principiante en cualquier facultad o materia. U. t. c. s.


PARDILLO:
(Del dim. de pardo).

1. adj. Aldeano, palurdo. U. t. c. s.

2. adj. Dicho de una persona: Incauta, que se deja estafar fácilmente. U. t. c. s.

3. m. Ave del orden de las Paseriformes, de unos catorce centímetros desde la punta del pico hasta el extremo de la cola y dos decímetros y medio de envergadura, plumaje de color pardo rojizo en general, negruzco en las alas y la cola, manchado de blanco en el arranque de esta y en las remeras extremas, carmesí en la cabeza y en el pecho, y blanco en el abdomen. La hembra tiene colores menos vivos. Es uno de los pájaros más lindos de España, se alimenta de semillas, principalmente de linaza y cañamones, canta bien y se domestica con facilidad.


4. m.paño pardillo: El más tosco, grueso y basto que se hace, de color pardo, sin tinte, de que vestía la gente humilde y pobre.

5. m.vino pardillo: vino entre blanco y tinto, más bien dulce que seco, y de baja calidad.



Un regalito a los amantes de la heráldica, al existir el apellido Pardillo, también existe su escudo:


He considerado que el término apropiado debería ser novato, puesto que si analizamos la segunda acepción del término "pardillo", pues no creo ni que los veteranos deseamos, en nuestra Tuna, tipos que sean necios, incautos o que se dejen estafar fácilmente (ni creo que los aprendices deseen ser de esa manera).

Me atrevería a decir que, por lo menos en España, son muy pocas las Tunas que usan este término, tal vez sólo en la comunidad madrileña lo usan (y una que otra más, pues de que las hay, las hay), designándose en el resto de la península, el término "novato" y es que otro de los "significados no oficiales" de la palabra "pardillo" (por lo menos en la Madre Patria) es el tonto, el gil, el "monse", el "lorna".

(Darle click a la imagen para poder leerla)

Quiero compartir un artículo acerca de un ilustre miembro de la Sociedad de Ornitología de España:

...La afición valenciana, que tiene una tradición cuyo origen no lo recuerda nadie por no haber nada escrito sobre el particular, pero que creemos que es de las más antiguas de la nación, ya que los más viejos del lugar siempre han hablado de «había entonces», «se hacía entonces», esta afición también tiene una gran predilección por el «pardillo», pues después del ruiseñor es el pájaro que dispone de una especial asimilación a todo lo que oye Y. Por consiguiente, posee tanta variación de canto...

En fin, enjaulamos de varios sitios y los vamos probando, porque, según las aguas (lo fuertes que sean) tienen los pájaros más o menos aguante en el canto que se les enseña; hay ejemplares de lugares que el primer año inician el canto, al segundo se superan y, aunque tengan 10 ó 12 años, aún continúan con la misma fuerza como si fueran pichones de sobre año; sin embargo hay ejemplares de otros lugares que ya el primer año dan todo lo que aprenden y con fuerza.

Solemos poner de 6 a 12 pájaros de cada sitio; los que somos criadores empedernidos los enumeramos y les hacemos una ficha; escribimos de cada ejemplar la fecha en que se ha enjaulado y cuál es su procedencia. Los ponemos de dos en dos en las jaulas hasta que saben bien dónde está la comida y el agua, unos cinco o seis días; cuando ya lo han aprendido, se coloca cada uno en una curiosa o cajón, separándolos. También es ahora el momento de colocar al «maestro educador» en un sitio que, por la distancia, lo oigan los pichones, pero que no lo castiguen mucho, ya que, cuando son pichones, muchos de ellos quieren empezar a cantar, pero muy de prisa y con giros que la mayoría de los mismos no son de calidad...

Mientras tanto, el maestro educador les irá cantando y diciendo las notas buenas que a nosotros nos gustan; al mismo tiempo, los pichones van cambiando la pluma y, al cambiar la pluma, entran en un estado de letargo, se están muy quietos y, al no ver a nadie, están atentos a lo que oyen del maestro educador. Ante todo debemos advertir que no hay que tener cerca pájaros de otras especies, ya que el pardillo asimila todo lo que oye y lo canta con su tono de voz...

Finalmente, los iremos destapando y poniendo a cada uno por separado para poder observados bien cuando inicien el canto, pues, a los quince o veinte días .empiezan a decir todo lo que han aprendido del maestro educador.

(Enjaule y educación del Pardillo, Vicente Pruñonosa Fernández - http://members.fortunecity.es/pachi2/vicente2.htm)


Jugaré a ser el abogado del diablo, según el anterior texto, las partes resaltadas, el pardillo es de entre todos los pájaros, el mejor aprendiz, y si bien algunos son muy buenos a partir del segundo año, hay algunos que son muy buenos desde el primer año de enseñanza dada por el "maestro cantor", sumándola a la cuarta acepción de la palabra, que hace clara referencia al traje del mismo, ¿no creen que existen muchas coincidencias?

Pero indistintamente de si le digamos "pardillo" o "novato" (a pesar de todo, creo a título personal, que NOVATO es el término correcto)  ¿porqué estos señores obedecen sin replicar lo que les dicen sus veteranos (tunos) como: 

- Que les lleven sus instrumentos, 

 

- Ponerse de rodillas, 
 

- Ponerlos en posturas graciosas, 

 

- Disfrazarlos, 

 

 Novatada a los novatos de la Tuna de Ciencias de Granada (ENLACE AQUÍ)


- Mandarlos a bailar con cualquier chica que veamos pasar (no sólo en alguna presentación) 

 

y tantas muchas otras cosas más...



Y es que desde tiempos inmemoriales y como dice el título de este blog: SIEMPRE DOS HAY, UN MAESTRO Y UN APRENDIZ,  en el cual los veteranos ponen ciertas pruebas a los nuevos hasta que estos demuestren lo necesario para poder llegar a ser parte de los antiguos.

Las tradiciones estudiantiles no fueron ajenas a esto, ya que podemos observar en muchos libros de la picaresca española en donde se habla acerca de estos "aprendices" (que no eran novatos de la Tuna, ojo)  como:
  • La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades (Anónimo - 1554 primera impresión)
  • Primera parte de Guzmán de Alfarache (Mateo Alemán - 1599)
  • Segunda parte de la vida de Guzmán de Alfarache, atalaya de la vida humana (Mateo Alemán - 1604)
  • Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; ejemplo de vagabundos y espejo de tacaño (Francisco de Quevedo - 1626)
  • La vida y hechos de Estebanillo González, hombre de buen humor, compuesta por él mismo (Anónimo - 1646)

Para muestra citamos un pequeño fragmento de la primera novela ya citada:

..."Y así me fui para mi amo, que esperandome estaba. Salimos de Salamanca, y llegando a la puente, esta a la entrada della un animal de piedra, que casi tiene forma de toro, y el ciego mandome que llegase cerca del animal, y allí puesto, me dijo:"Lázaro, llega el oído a este toro, y oirás gran ruido dentro del."Yo simplemente llegue, creyendo ser ansí; y como sintió que tenia la cabeza par de la piedra, afirmo recio la mano y diome una gran calabazada en el diablo del toro, que más de tres días me duró el dolor de la cornada, y dijome:

"Necio, aprende que el mozo del ciego un punto ha de saber mas que el diablo", y rió mucho la burla.

Pareciome que en aquel instante desperté de la simpleza en que como niño dormido estaba. Dije entre mí:

"Verdad dice este, que me cumple avivar el ojo y avisar, pues solo soy, y pensar como me sepa valer."

(La vida de Lazarillo de Tormes y de sus fortunas y adversidades - Anónimo 1554)


Según las antiguas tradiciones estudiantiles, los novatos han sido presas de las burlas de sus veteranos, de entre todas estas, la que normalmente cito, es una de las que más llamaban mi atención, la denominada "NEVADA", que consistía que por su condición de nuevo, los antiguos se acercaban y lo escupían, por lo que este estudiante no le quedaba otra que cubrirse con su capa, recibiendo esta la totalidad de los gargajos como si se tratase de una lluvia con nevada incluída, para tal, ahora toca citar otra de las novelas de picaresca:

Amaneció, y helos aquí en camisa a todos los estudiantes de la posada a pedir la patente a mi amo. Él, que no sabía lo que era, preguntóme que qué querían; yo, entre tanto, por lo que podía suceder, me acomodé entre dos colchones y sólo tenía la media cabeza fuera, que parecía tortuga. Pidieron dos docenas de reales; diéronselos, y con tanto comenzaron una grita del diablo, diciendo -"¡Viva el compañero, y sea admitido en nuestra amistad. Goce de las preeminencias de antiguo.Pueda tener sarna, andar manchado y padecer la hambre que todos".

Y con esto -¡mire v.m. qué privilegios!- volaron por la escalera, y al momento nos vestimos nosotros y tomamos el camino para escuelas.

A mi amo, apadrináronle unos colegiales conocidos de su padre y entró en su general, pero yo, que había de entrar en otro diferente y fui solo, comencé a temblar. Entré en el patio, y no hube metido bien el pie, cuando me encararon y empezaron a decir: -"¡Nuevo!". Yo, por disimular di en reír, como que no hacía caso; mas no bastó, porque llegándose a mí ocho o nueve, comezaron a reírse. Púseme colorado; nunca Dios lo permitiera, pues, al instante, se puso uno que estaba a mi lado las manos en las narices y, apartándose, dijo: -"Por resucitar está este Lázaro, según hiede". Y con esto todos se apartaron tapándose las narices. Yo, que me pensé escapar, puse las manos también, y dije: -"Vs. ms. tienen razón, que huele muy mal". Dioles mucha risa, y apartándose, ya estaban juntos hasta ciento, comenzaron a escarbar y tocar el arma, y en las toses y abrir y cerrar de las bocas, vi que se me aparejaban gargajos.

En esto, un manchegazo acatarrado hízome alarde de uno terrible, diciendo: -"Esto hago". Yo, entonces, que me vi perdido, dije: -"¡Juro a Dios que ma...!". Iba a decir "te", pero fue tal la batería y lluvia que cayó sobre mí, que no pude acabar la razón. Yo estaba cubierto el rostro con la capa, y tan blanco que todos tiraban a mí; y era de ver cómo tomaban la puntería.

Estaba ya nevado de pies a cabeza, pero un bellaco, viéndome cubierto y que no tenía en la cara cosa, arrancó hacia mí diciendo con gran cólera: -"¡Basta, no le matéis!"; que yo, según me trataban, creí dellos que lo harían. Destapéme por ver lo que era, y, al mismo tiempo, el que daba voces me enclavó un gargajo en los dos ojos. Aquí se han de considerar mis angustias. Levantó la infernal gente una grita que me aturdieron. Y yo, según lo que echaron sobre mí de sus estómagos, pensé que por ahorrar de médicos y boticas aguardan nuevos para purgarse.

Quisieron tras esto darme de pescozones, pero no había dónde sin llevarse en las manos la mitad del afeite de mi negra capa, ya blanca por mis pecados. Dejáronme, y iba hecho zufaina de viejo a pura saliva. Fuime a casa, que apenas acerté, y fue ventura el ser de mañana, pues sólo topé dos o tres muchachos, que debían de ser bien inclinados, porque no me tiraron más de cuatro o seis trapajos, y luego me dejaron. 

(Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; ejemplo de vagabundos y espejo de tacaño, Francisco de Quevedo - 1626)


En la literatura estudiantil se ve que predominaban los excesos, cosas que, gracias a Dios, normalmente ya no se observan (y es que siempre debe haber algún que otro tuno sub-normal, pero ese es otro tema).

Para llegar a la condición de veterano, se tiene que pasar todo un curso (osea mínimo un año) de aprendiz, pero si el novato no aprendió a comportarse como un caballero, a tocar algún instrumento, no se espabila lo suficiente y sobretodo, no aprende a diferenciar que él entro a la universidad para ser un profesional (licenciado) y no tuno, este proceso de aprendizaje se puede prolongar algunos años.

Cada Tuna tiene sus propias reglas y costumbres (la creación de un perfil del novato/pardillo que debería tener toda Tuna) y lo mismo con respecto a "apardillar", "hacerles novatadas" o "putear a sus novatos", pero no debemos olvidar que todo correctivo debe de llevar una enseñanza (no putear por las puras, salvo que lo hagas para reirte CON tu novato, que no es lo mismo que reirte DE tu novato), y si bien no existe un manual para los tunos, la mayoría lo hacemos bien, y quienes cometan algún exceso, tienen a sus antiguos para que los corrijan.


Como cita un artículo propio de la Tuna de Derecho de Alicante con respecto al aprendizaje y al puteo:

En los primeros días de salir con la TDA, los pardillos se encuentran un poco en las nubes y no entienden porque tienen que hacer caso de lo que se les ordena por parte de los tunos. No entienden los insultos, vejaciones o desprecios de que son objeto; solamente se les da una explicación: “todos los tunos fuimos una vez pardillos, así que no te preocupes que no es nada personal contra ti”.

Podría decirse que este período de adaptación o época de puteo, consiste en dos clases; uno sería un puteo físico (como: “¡ves allí!, ¡haz tal cosa!, etc.), el otro, sería un puteo psicológico (insultos y desprecios). El puteo es la forma por la cual los pardillos empiezan a sentirse integrados en la Tuna; cuando hay algún pardillo con el cual la Tuna no está satisfecha de su comportamiento la manera más habitual de “decirle” que sobra es dejándolo de putear.

Las putadas pueden ser de cualquier tipo siempre que no afecten a la integridad física del novato-pardillo, dependen de la imaginación de cada miembro de la Tuna (a veces muy retorcida). Todas estas “bromas” lo único que pretenden es hacer selección de entre los pardillos que entran a principio de curso, y que al cabo del año sólo queden los que más hayan aguantado (los mejores para los tunos). De entre estos últimos se elegirán los que pasen a ser Caballeros Tunos...
 

...Respecto a la vestimenta de los aspirantes hay que decir que varía según vayan haciendo méritos durante el año. Al comienzo están obligados a vestir un pijama. Al mes se les permite que lleven el traje de pardillo de la TDA, que se parece bastante al de un arlequín con los colores rojo y negro. Pasados cuatro o cinco meses se les hace un examen de instrumento, y, aquel que demuestra que sabe tocar algunas canciones de Tuna tradicionales, se le da un traje de tuno. Con este atuendo permanecerán hasta el día que demuestren que son dignos de llevar la Beca de Derecho (examen-pardillada).

La mayoría de los tunos de Derecho coinciden en que el período en que mejor se lo han pasado en la Tuna, es el del pardillaje. Muchas veces van contando a los pardillos las peripecias y atrocidades que les hacían sus veteranos tunos, mientras tanto los novatos escuchan atentamente y los ojos se les ponen como platos reconstruyendo en sus cabezas la putada contada por el “tuno cabrón” que tienen a su lado. Unos cuentan que fue la época de más ligue de su vida (seguramente debido a la ternura e instinto maternal que despertaban entre las chicas cuando eran puteados), otros que jamás olvidarán aquella vez que, yendo de viaje, les dejaron a trescientos kilómetros del lugar de destino y que después de haber hecho autostop les cogiera aquel loco que casi les mata, los más , recuerdan a aquel tuno cabrón que les hizo bañare en Enero (N.E: Enero es la época más cruda del invierno español), desnudos y nevando, pero en aquella preciosa plaza de Cáceres.

(LA TUNA - Agrupación lúdica estudiantil, LA TUNA DE DERECHO DE ALICANTE.- Visión Antropológica, Isidoro Vila Soler. 1993)


Con respecto a lo de tocar un instrumento dentro de la Tuna, volveremos a citar la misma fuente:

Respecto a la necesidad de saber tañer algún instrumento, realmente no se trata de una necesidad, sino más bien de una conveniencia para ellos, pues les resultará más fácil integrarse en el grupo, y consiguientemente ser aceptados como compañeros tunos en su día. No obstante, la mayor parte de los veteranos tunos, cuando fueron pardillos, no sabían tocar ningún instrumento. Durante el primer año de prueba (pardillaje) se les enseña tanto a comportarse como Caballeros Tunos como a tañer el instrumento elegido por ellos o a veces sugerido por la propia TDA.

El instrumento con el que habitualmente empiezan la andadura musical es la guitarra española. Se puede decir éste es el mínimo que se les exigirá el día de su examen.

(LA TUNA - Agrupación lúdica estudiantil, LA TUNA DE DERECHO DE ALICANTE.- Visión Antropológica, Isidoro Vila Soler. 1993)


Y sí, leyeron bien, algunas Tunas tienen su examen de novatos/pardillos, en fechas determinadas (como puede ser pocas semanas antes del aniversario de dicha Tuna) en las que el novato/pardillo solicita dar su examen para ver si este posee las condiciones suficientes para llegar a ser tuno. No me consta que en el Perú hayan dichos exámenes, pero me parece que en la mayoría de los casos, el examen es tácito pues en cada salida se observa el comportamiento del novato/pardillo y el avance de su aprendizaje (muchos tunos en reuniones previas acuerdan evaluar al novato y poner énfasis en los errores que comete para corregir dichos errores y que pueda estar preparado).

Pasado este proceso de aprendizaje, llega el momento cumbre, el momento más esperado tanto por el novato como por toda la Tuna: EL BAUTIZO (que generalmente al no existir examen de novatos/pardillos, es una sorpresa):

-¡Viva el compañero, y sea admitido en nuestra amistad! Goce de las preeminencias de antiguo. Pueda tener sarna, andar manchado y padecer la hambre que todos.

(Historia de la vida del Buscón, llamado don Pablos; ejemplo de vagabundos y espejo de tacaño, Francisco de Quevedo - 1626)



Y es el momento más esperado por la Tuna, porque al tener un nuevo hermano, este es el futuro de la Tuna (algunas veces escuché que es el novato/pardillo el futuro de la Tuna, no estoy de acuerdo, puesto que este por diferentes circunstancias puede retirarse de la Tuna, sin embargo el recién bautizado en su momento será un pilar de su Tuna, tan igual como lo son ya, sus antiguos).

Y es que debemos recordar que el novato/pardillo no es nuestro esclavo, ni nuestro sirviente, ni nuestro hijo (genéticamente es imposible que un hijo se convierta en hermano), sí en cambio, es nuestro hermano menor y cuando llegue a ser veterano, lo seguirá siendo.

Es nuestro deber apoyar al hermano menor (incluso desde que es novato), y si comete algún error en sus primeros momentos como veterano, corregirlo con cariño (que nadie nació sabiendo y definitivamente la experiencia es la evidencia).

Hay un dicho popular que siempre debemos recordar: "La vaca se olvida de cuando era ternera"

Y es que alguna vez vi a un tuno novel puteando sin motivo e insultando a los novatos, llegando a decir lo siguiente: "todos los pardillos son unos gusanos miserables", me acerqué a él y le dije: "Disculpa, ¿cuánto tiempo llevas de tuno?", él respondió que hacía 3 meses lo habían bautizado, a lo que yo repliqué: "Eso quiere decir que hasta hace tres meses, tú también eras un gusano miserable?".

Felizmente la mayoría de tunos, no actuamos de esa manera, y quiero finalizar este post, dándole un consejo a todos los novatos/pardillos: respeten a todos los tunos, así ustedes crean que no lo merezcan, y es que hay dos formas de respetar a un tuno:
  • O respetas la beca que porta, porque a pesar de que sea un sub-normal, tiene beca y tú no, y aprenderás lo que NUNCA debes de hacer si es que alguna vez llegas a ser tuno.
  • O respetas a la persona, aquel tuno que quiere enseñar a los novatos indistintamente de que sean o no de su Tuna.

¡Un saludo para todos los tunos y los novatos/pardillos del mundo!



Un regalito para todos:
"La canción del pardillo"